La piscina del hotel Emperador está en lo alto de la Gran Vía. Mientras te envuelves en la toalla, al salir del agua, o tomando un refresco en una hamaca, puedes otear todo Madrid. Un lujo. Eso es lo que queremos, un amable lujo entre tanta crisis. Y a poder ser con ese aire a los años treinta, que nunca pierde belleza.
Una estatua de Venus, naciendo de las aguas, preside la piscina. El agua tiene profundidad: se puede bucear y nadar espaciadamente. El entramado de vestuarios y socorrista, toma las formas redondeadas de un barco. Su elegancia añeja, recuerda a un club náutico de la época.
Te conviertes en un habitante de los tejados. Desde allí arriba, Madrid parece otro. Podemos cotillear en plan voyeurs las terrazas y las azoteas. También quedan al desnudo sus estructuras, las tuberías, los aires acondicionados. Si das un paseo por la terraza, lo más llamativo es el coloso de Victorio Macho -en Gran Vía, 60. Desde aquí se ve cerca, como en ningún sitio. En la zona de mesas de la cafetería, puedes comer o tomarte un cóctel, bajo su mirada inescrutable: que pensará éste muchacho tras siglos sosteniendo en alto una absurda casita. La leyenda dice que el primer día de la primavera, la atraviesa un rayo de luz .
Y por supuesto, los edificios emblemáticos parecen un juego de maquetas. Están todos: el Palacio Real, la Ópera, el Pirulí, el Enchufe o la propia Torre de Madrid- de los Otamendi, arquitectos de este edificio.
Alaska y Mario Vaquerizo eligieron esta terraza para el fin de fiesta de su boda. Porque Alaska es mujer inteligente, que sabe de Madrid, de estética e historia. El edificio que alberga al hotel Emperador se llama Edificio Lope de Vega, y fue construido por dos hermanos donostiarras, los Otamendi Machimbarrena: Julián y Joaquín. No eran unos arquitectos cualesquiera: Ambos habían montado una empresa constructora, la Compañía Inmobiliaria Metropolitana, antecedente de la actual Metrovacesa. Gente poderosa y con sed de modernidad, los que trazaron la Gran Vía. A saco, rompiendo por donde hubiere que romper. Eran más ingenieros que arquitectos. Aunque Joaquín, años antes, ideó con el insigne Antonio Palacios el Palacio de Telecomunicaciones, su aire de tarta de boda poco tiene que ver con los nuevos edificios que diseñaron después los dos hermanos: Este edificio, y después Edificio España y la Torre de Madrid. Trajeron un modelo de edificio americano, alto, de hormigón. Chicos listos.
En la historia de cualquier edificio que se precie siempre hay un incendio. En este caso un incendio anunciado y dramático, en el 31, que dejó el solar libre para construir. Ocupaba este solar, La Casa Profesa, una casa religiosa de los jesuitas. El trazado de la nueva Gran Vía obligaba a derribarla. Pero éstos se defendieron tan bien jurídicamente que no podían sacarlos de allí -ya se sabe, en estas cosillas no hay quien les tosa. En el 31, con el advenimiento de la república y los ánimos encrespados, un grupo de gente incendió el edificio. No murió gente, sino libros. Según Pio Moa, los jesuitas tenían allí ediciones príncipe -primeras ediciones impresas- de Lope de Vega, Calderón o Quevedo.
El Complejo Lope de Vega:
Sea como fuere, quedó el solar a disposición de la nueva Gran Vía y unos años después se construyó el edificio. Más que un edificio era un complejo de cuatro, que se proyectó en el 36 y se completó entre el 43 y el 46: dos hoteles, oficinas, los sótanos, un cine y una galería comercial. Los sótanos eran un gran centro comercial subterráneo, estilo Imperio, hoy cerrado y abandonado.
El cine-teatro Lope de Vega nació como teatro, y lo inauguró Conchita Piquer, con una revista musical llamada Tonadilla. En el 54 se convirtió en cine -la primera peli proyectada fue Siete novias para siete hermanos, y hoy día es teatro otra vez, con el auge de los musicales. De hecho, fue el Teatro Lope de Vega donde Luis Ramírez lanzó esta fructífera moda en el 97, con la representación de El hombre de La Mancha. Este empresario, prematuramente fallecido, debió ser un hombre difícil pero brillante.
La galería sigue abierta. Está un tanto desangelada, pero conserva cierto estilo Titanic bajo capas de tiempo y polvo. Hay en ella una estupenda tienda de medias, la lencería Jaime -es la que tiene más variedad de Madrid, sin exagerar. Entrando ya en el pasaje recomendaré una mínima tienda de comida oriental llamada Asia Madrid.
Volviendo a la piscina ¿Cómo nadar en sus azules aguas, si no te alojas en el hotel, o Alaska y Mario no te invitaron a su boda?. Puedes pasar pagando una entrada, que vale para todo el día. Tiene su precio, claro… por eso es un lujo. Pero ofrecen alternativas: Por ejemplo, la que combina menú y acceso a la piscina durante toda la tarde. Es un regalo ideal para hacerle a alguien estresado, acalorado y harto de la ciudad. Mi cumpleaños está cerca, así que ya saben… También se puede coger un bono de cinco en grupo.
Muchas gracias a la linda modelo amateur, que se ha prestado a la sesión. Era temprano y el agua estaba todavía fría, pero se comportó como una perfecta sirena.
Hotel Emperador, Gran Vía 53 | 9154728 00
Horario: 1 de Mayo- 30 de Septiembre. 10 h a 21 h.
Precios Actualizados 2017
Lunes a jueves: 40 €, Viernes, sábados, domingos y festivos: 55 €.
Menú + piscina: 55 € (L-J a partir de las 14.30h)
Tickets de 5 pases: 180 € (L-J)
Reseña publicada junio 2012, actualizada junio 2017
Bella dama, gustosa la convidaba yo a ese lujo asiático quitapenas. Resta conocer un pequeño y valioso detalle, el día de la efeméride de vuesa merced. Efeméride, bonita palabra.
Bueno, creo que deberían ser los del hotel quienes nos invitaran por este reportaje tan completo, con sus fotos, su documentación y su modelo. El año pasado cuando hicimos este artículo, quedamos con una responsable y fuimos exclusivamente a hacerlo. Nos dijeron que no podían invitarnos ese día porque la persona encargada estaba en el extranjero. Ahora que vuelve el verano y hemos vuelto a sacar el repor, estoy pensando que podíamos contactarles a ver si son agradecidos y nos hacen la cortesía.
Sea como sea, eres un cielo ¡Gracias!.
Verdaderamente la piscina esta ideal para descansar y pasarla bien.
sii esta muy bien pero 33€ por una piscina no gracias y menos en la epoca q estamos me parece abusivo hasta vergonzoso bueno con tal de no ir sobra
Estancia inolvidable. La piscina lo mejor de todo. Volvere