Tina Modotti en la calle Altamirano.

Alguien ha pegado una foto en homenaje a Tina Modotti en la calle Altamirano.

Tina Modotti estuvo en Madrid los tres años de la guerra. Llegó el 19 de julio de 1936 y se quedó toda la guerra civil en España.

Parece ser que previamente en Berlín, había tomado la decisión de dejar la fotografía por el compromiso político. En España fue enfermera del Hospital Obrero de Cuatro Caminos, trabajó en la distribución de alimentos o la evacuación de niños, y fue redactora del diario Ayuda: Portavoz de la solidaridad con seudónimo. También fue miliciana en el Batallón femenino del Quinto Regimiento.

Los estudios de la Maleta Mexicana sospechan que aunque no tomó oficialmente ninguna imagen, es difícil de creer que realmente no hiciese fotografías. Este mismo estudio propone que fueron las fotografías de Tina Modotti las que ilustraron la edición en 1937 de Viento del Pueblo, poesía en la guerra, un libro de poesía antifascista de Miguel Hernández. Los poemas fueron compuestos entre septiembre de 1936 y julio de 1937, y están ilustrados con 18 fotografías.

Uno de los poemas, Recoged esta voz, se ilustra con la fotografía de un edificio bombardeado. Este edificio estaba en la calle Altamirano.

Cuando pasan muchos años se agotan las máscaras: Entonces aflora la humedad y la cara verdadera de los materiales. En las paredes de Altamirano surge estos días, la memoria de un rostro en homenaje a Tina Modotti.

La fotografía está realizada con una placa analógica de 20 x 25 cm -como las que hacía Weston de ella-, luego digitalizada e impresa.

Recogió esta voz Matamolu.

Los pechos que empujaban y herían las montañas,
vedlos desfallecidos sin leche ni hermosura,
y ved las blancas novias y las negras pestañas
caídas y sumidas en una siesta oscura.
Aplicad la pasión de las entrañas
a este pueblo que muere con un gesto invencible
sembrados por los labios y la frente,
bajo los implacables aeroplanos
que arrebatan terrible,
terrible, ignominiosa, diariamente,
a las madres los hijos de las manos.

de Recoged esta voz, Miguel Hernández