La pastelería Jofer es muy antigua, pues se fundó en 1890. Pero no ejerce de antigua, ni es nada turística, es decir, no tiene maderas nobles y cristaleras centenarias al estilo de La Duquesita, pese a haberse abierto veinticuatro años antes. En definitiva, para nada van de guais. Este es un local de gente trabajadora, varias generaciones.
Conste que estéticamente el local tiene su punto, viejuno y de barrio. Ellos se definen como bombonería, pastelería y fiambres, en unas letras verdes que me dejaron enamorada. Esta mezcla de productos, entre un horno y un ultramarinos, es muy madrileña. O eso le parece a una que no nació aquí. Me recuerda a la desaparecida Tudescos, sita en la calle del mismo nombre. O a otro local de productos magníficos -este muy turístico por estar en plena calle Arenal- el Ferpal…tenemos que reseñarlo un día de estos. En definitiva, son el antecedente directo de Rodilla, que fue la hermana lista, pero que en sus orígenes viene también de este género: charcutería-pastelería.
Tienen dulce y salado, enlatado y fresco, todo bien tradicional. Lo que usted guste. En salados tienen empanadas y empanadillas de hojaldre, con unos rellenos muy agradables y densos, pero nada inflados de cebolla: hojaldres de bacalao, del clásico atún con tomate, o de jamón con bechamel. Dejadme un momento de exaltación del hojaldre en sí. Las capas de un hojaldre no son un asunto banal, y de hecho a los estructuralistas les pierde su cualidad de deshacerse en la boca: Barthes lo utiliza como metáfora de la hipersemanticidad de los nombres de Proust -o séase, los nombres que pone a sus personajes-. A lo mejor Barthes estaba pensando en magdalenas y concluyó que el hojaldre estaba más rico. Pues eso, la siguiente vez que te pidas una empanadilla ya no te sientas un zampabollos. Eres un intelectual.
En dulces ofrecen todo el elenco de tejas, torrijas, bollería… Me hizo gracia un aporte económico y de absoluta iconicidad: palmeras partidas en dos, que valen 1 euro y a las que llaman “orejas”.
Pero lo que detuvo mi paso fue el escaparate de bombonería de pascua. Tienen toda una exposición de balones, escudos del Madrid y del Barsa, botas de fútbol… todo ello hecho de chocolate negro y blanco. Cuando veo destellos así de creatividad, de libre imaginación… me devuelve la fe en el artista. Es una fe que pierdo en muchas exposiciones y en los peores momentos se convierte en su opuesto: repulsión -ante el vulgar mercadeo de ARCO, por ejemplo. Pero un día veo este escaparate, veo las botas de chocolate formando un bodegón imposible… Me sonrío y admiro. Se que no son los primeros que hacen monas de pascua con temática futbolera, pero no estoy hablando de originalidad sino de creatividad.
No pude evitar preguntar por ellas al bombonero, cuando casualmente salió al escaparate. Me comentó que si por él fuera haría solamente figuras del Real Madrid. Pero claro, la casa le pedía que hiciese también del Barsa.
Por favor me gustaria que me informaran, de si tienen otra pasteleria jofer , en otra zona de Madrid. Llevo muchos años comprando el turron en la de Santa Engracia, y este año me dijeron que cerraban, y me gustaria seguir haciendolo. Muchas gracias si se toman la molestia de contestarme.
Atentamente Mari Angeles
Hola Mari Ángeles, nosotros no tenemos relación con ellos, somos simples admiradores como tu. Por tanto no tenemos esa información. De hecho, no sabíamos que cerraban
¡Qué pena! Están cerrando todo tipo de locales maravillosos y en concreto pastelerías. Algunos cierran debido al final de la renta antigua (la moratoria terminó en enero del 2015) como La Higuera de Lavapiés o el más famoso Café Central. Ya van varias entre este año y el pasado. Otras es por jubilación, como en el caso de La Duquesita.
Si nos enteramos de algo te lo diremos y por favor, si oyes que vuelven a abrir en otra parte dínoslo.