En una de nuestras escapadas a otras playas, en este caso a una playa de invierno como es Zamora, nos hemos encontrado esto:
Se trata de un texto del poeta zamorano Claudio Rodríguez (1934-1999), expuesto en la biblioteca de la ciudad del Duero, el vino tinto y el románico.
Una exposición que nos revela curiosidades tan magníficas como esta:
tan escabrosas como esta:
y tan apetecibles como esta:
Madrid guarda la memoria de Claudio Rodríguez no sólo en el nombre de una de sus calles, entre la Avenida de América y la Prospe, sino en la estación de metro Alto de Extremadura (línea 6), donde se puede leer uno de los poemas de su libro Don de la ebriedad que comienza así:
“La encina, que conserva más un rayo
de sol que todo un mes de primavera”
¿Alguien que pase por allí se anima a enviarnos una foto del poema? A cambio compartimos por adelantado información buena-buena:
Si alguna vez hacéis una escapada de la capital del reino a la ciudad natal de Claudio Rodríguez, el clásico Madrid-Zamora, no dejéis de buscar dos cosas: la hermosa calle de Balborraz y el Chillón, un escondido bar (Diego de Ordax, 8) en el que relamerse con la deliciosa tortilla de calabacín y pimientos regada con salsa de callos: eso sí que es poesía y lo demás es manierismo.
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