Para los incondicionales del foro.
“La gente cometió el error de hacer trabajar a todos aquellos que no estaban hechos para el trabajo y que no harían más que quitar puestos a los que lo estaban. Hasta entonces había existido la profesión de señorito. El señorito vivía de sus rentas, acudía a los centros de esparcimiento, luego formaba una familia y a las pocas generaciones había repartido la fortuna entre los que trabajaban.”
Manolito es el señorito madrileño de principios del XX: pasea por la acera de la derecha de la Castellana mirando a las jovencitas y dejándose ver con su canotier y sus trajes a medida, va a los bailes de la Zarzuela, el Palace y el Real, al hipódromo, a los toros, a Joselito y Belmonte, visita los cabarets y disfruta de las varietés, se enamorisca de la artista más decentes y compone el vodevil más picante. Con 16 años ya sueña con escribir sus memorias mientras deja perder sus pasos por la plaza de las Descalzas, Arenal, Sol, San Jerónimo y Alcalá.
Edgar Neville, Conde de Berlanga del Duero, fue señorito madrileño, snob, diplomático, escritor de la otra generación del 27 y director de 30 piezas de cine que viajó a Hollywood y se hizo amigo de Chaplin. Sus postales de Madrid recuerdan a las de Corpus Barga y Emilio Carrere, de quien adaptó al cine la novela La torre de los siete jorobados, la peli que fundó El_Madrid_de_abajo.
La edición de Reino de Cordelia es una de las más cuidadas que han caído en mis manos en todo 2012: sobrecubierta, buen papel, buen tamaño de letra, bonita fuente, texto e imágenes a dos tintas, colofón… completo, como más nos gusta.
Edgar Neville, La niña de la calle del Arenal. Madrid, Reino de Cordelia, 2012.
Dónde comprarlo: Pasajes librería internacional.
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