Mu´ fuerte, mari. Pueh na´, que llego a Madrí erpués de cuatro meseh fuera y resulta que´l Pepe, el del bar d´abajo de mi kelly, pues eso, puej que llego yo toa pichi y le pido una caña, puej como siempre, y anteh de que me dé tiempo a catarla va y me dice el menda “un euro” y me río y le digo “mira qué cachondo´l Pepe” y el Pepe, máh seco que la mojama, me suelta “ni cachondo ni ná, a partir d´ahora el que quiera cerveza, que la pague, que yasta bien de to´ gratis”. Como te lo cuento, mari, q´ahora hay que pagar por tomarse una caña, vamoh, lo que noh faltaba. Bueno, pueh na´, m´echo la mano al bolsillo y le dej´un euro en la barra pa´que me deje de mirar mal y poder tomarme la caña en paz. Pero, claro, cómo me voy a tomar una caña sin tapa. Y así, como tanteando, le suelto “bueno, Pepe, pero una tapita ya me pondráh, ¿no?” Y el tío va y me responde que si no se la pago, que nasti de plasti. Y yo, ahí, apurando, le insisto, “pero bueno, Pepe, unas aceitunitah, sí, ¿no?, o qué”. Y sí, vale, m´ha puesto cuatro aceitunas, pero con una cara d´ajco que se lah podía haber ahorrao. Vamoj, que me he quedao loca.
Jajajaja “el euro por cerveza”