Café del Jardín

Por Ms. Wonderly, en 12 May, 2016

¿Qué estará pensando… ?

Yo lo rebautizaría como Café Romántico, y con razón, pues es el café del Museo del Romanticismo.

El jardín es muy silencioso y casa rigurosamente con el adjetivo romántico: una estatua blanca de mujer, árboles con gorriones gordos -de tanta miga de tarta- y una fuentecilla. Estructuralmente es más un patio interior que un jardín.

Sea lo que sea que hagan las señoritas, bordar o planear invadir el mundo, pueden hacerlo aquí muy a gusto. Sea lo que sea que hagan los caballeros, leer esquelas o anuncios de trabajo en el periódico, pueden hacerlo aquí tan a gusto.

Hay un par de mesitas al aire libre donde tomarse el te, el café, la tarta… De precios no está nada mal: Hay ofertas de desayuno hasta las 12 h. En general conviene pedir algún café elaborado, sale muy parecido al café con leche. Las tartas son caseras, y un poco caras, aunque muy buenas. Los camareros son gente de lo más amable.

Allí arriba, más allá de las copas de los árboles y de los muros, está el Museo: salones con arpas y sillas isabelinas. Eso tranquiliza a cualquiera.

Aunque se llame Café del Jardín, si uno es friolero se puede quedar en interior, que es también de lo más fino: Romántico pero como del lado rococó de la vida. Con lámparas de cristal de roca, espejos, y murales pintados en los bajos. Unas palabras de Mesonero Romanos presiden la pared.

Por la mañana estaba extraordinariamente tranquilo. Me pareció perfecto para concentrarse en citas de trabajo, y para llevar a tu madre a merendar. Para parejas no, las parejas que no hagan cursiladas.

Dicho que el interior está bien, por mucho que haga frío, es un pecado quedarse separado de un lugar tan hermoso tras un cristal: Lo suyo es disfrutar el jardín.

Siempre he sido muy fan del Museo Romántico. Incluso antes de su reforma, cuando era un poquín rancio. Cuánto más ahora, que está hecho una niña bonita. En la Playa de Madrid habíamos hablado del Museo del Romanticismo, pero su café bien merece visita aparte. Por supuesto se puede entrar en él sin pasar por la taquilla.

Al margen del Museo, es un bonito café a tener en cuenta en la zona de Tribunal.