Debo confesar que he empezado a escribir este texto varias veces, y otras tantas he parado en seco. ¿Cómo hablar de un grupo como Ogun Afrobeat? ¿Debería comenzar por explicar los orígenes del afrobeat, glosando la fabulosa figura de Fela Kuti? ¿Sería mejor hablar sobre cada uno de los ocho componentes del combo, músicos brillantes todos? ¿O tal vez marcarse una reflexión sobre la música africana y étnica en general dentro del panorama musical madrileño?
Vamos por lo más básico: Ogun Afrobeat es una banda multicultural de Madrid que practica el afrobeat. Si no sabes qué es el afrobeat, puedes echarle un vistazo a la reseña que publicamos en su día. ¡Zas! Ya me he quitado de enmedio los prolegómenos.
Acaban de publicar recientemente un disco, The Observer, francamente excelente. El afrobeat es un estilo sumamente exigente, más vale que seas muy bueno para no hacer el ridículo. Ogun ha optado por la ortodoxia: suenan muy setenteros, muy fieles al sonido y al feeling originales, con pequeños ajustes que hacen que sea más accesible para el público madrileño del siglo XXI. Básicamente, esto se traduce en que nos ahorran largos parlamentos reivindicando el panafricanismo o la lucha contra la tiranía, y en que los temas son más cortos de lo que marca el canon.
Que no teman los puristas, la música que inventó Fela Kuti está en muy buenas manos.
Al frente del proyecto está Akin Onasanya, batería y cantante nigeriano que es una fuerza de la naturaleza. Es el motor del grupo, por supuesto. Sin él Ogun sería un gran grupo, pero no sería lo mismo.
Ocupando todo el frente del escenario están los metales, Dani Niño y Pablo Hernández a los saxos y Frank Santiuste a la trompeta. Viejos amigos y socios que van como un tiro siempre. Salen a menudo por estas páginas a cuento de Ginferno, Sinouj o Le Parody.
A los teclados está el californiano Izzy Shamam, aportando atmósferas añejas de Hammond y similares con todo el groove del mundo.
A la guitarra está Carlos Leal, muy funky hasta que de vez en cuando se destapa con guitarrazos power-rock tremendos (Eko Ile, 4’00”).
Al bajo suele estar Willi González, pero al estar lesionado le sustituyó Javier Geras, que es como de la familia e igual de infalible.
Las percusiones corren a cargo de Luis Taberna, que lubrica la parte rítmica hasta que queda jugosa y sabrosa a base de conga (o lo que se tercie).
Grupos hermanos de Ogun son Sinouj y Barka. Todos sus miembros son de Ogun, excepto el bajista, que es Javi Geras en ambos casos. Endogámico, ¿eh? Y con esto finiquitamos el repaso a los músicos.
Sobre el sonido de Ogun no voy a decir nada, porque para eso ya están los vídeos. Bueno, diré algo: son la rehostia.
Sobre la música étnica y demás, para no dejarme en evidencia sólo puedo decir que hay música más allá de Pitchfork y Jenesaispop. Abrir las orejas a músicas nuevas (o viejas) produce estímulos que, por poco habituales, te pueden resultar raros. Ogun me parecen de lo más accesible sin renunciar ni a un ápice de calidad y autenticidad.
Y ahora os dejo con los vídeos, que es lo que de verdad importa.
Fantásticos “Mono Economy” y “Eko lle”