Cafetería El Corte Inglés de Callao

La cafetería, en la planta alta del Corte Inglés de Callao, tiene una de las mejores vistas del cielo de Madrid: El icónico letrero de Schweppes, el horizonte de La Gran Vía… La acaban de renovar entera, convirtiéndola en el ‘Gourmet Experience Gran Vía’.

Siempre hemos sido super fans de esta cafetería corteinglesera. Fue de los primeros sitios que sacamos, recomendándolo como un hit para desayunar. Por el precio de una taza de café comprabas el cielo.

 

 

Ahora que la han rehecho, y tirando la casa por la ventana, no nos lo podíamos perder.

Por una parte nos animaba la expectación
¿Qué le habrán hecho?
Por otra nos sobrecogía la angustia
¿Habrá perdido su punto, aquel entrañable antiglamour? El nombre, ’Gourmet Experience‘, presagiaba lo peor…
Lo siento pero tenéis que leer el texto para saberlo. O saltar al último párrafo.

Las vistas

En primer lugar, nos dirigimos corriendo -literalmente- al fondo, sin atender a nada más. Lo más urgente era comprobar que los ventanales seguían ahí. Que seguía en su sitio la Gran vía, el tejado de la Ópera, los cimborrios… Y sí, allí estaban. Sumergidas en inacabable azul, como el fondo pintado de un diaporama: Unas vistas increíbles, como siempre. De hecho, las ventanas se han ampliado, uno de los aciertos de la renovación. Se mantienen los antiguos ventanales y se han abierto otros nuevos, en la zona opuesta, de los que hablaremos más adelante. El primer punto es de diez. Las vistas, que eran una excelencia de base, está muy mejoradas. Ahora lo importante es mencionar esa maravillosa TERRAZA.

Las vistas de siempre

La terraza

Exacto: han abierto la terraza. Antes estaba cerrada y no se podía salir. Ahora hay mesas altas, y está protegida por una antivientos transparente y da el calorín y… se puede fumar.

Fumar al sol, viendo el horizonte de los tejados. Un placer de los que ya no quedan.

Terraza excelente a tener en cuenta, sobre todo para escapar del lío del Centro allá abajo, que es como un hormiguero.

Un vistazo a la wiki informa de que la plaza de Callao se llama así por una batalla naval en un puerto de Perú llamado Callao.  Allá arriba en la terraza somos el solitario vigía, apurando un café. O enrojecidos almirantes, ron en mano, que preparamos la toma de la ciudad.

Perdón, fue un romántico paréntesis. Volvamos a lo práctico:

El sistema de servicio

Nos sentamos en una mesita, alimentándonos del goloso horizonte y esperando a los entrañables camareros del Corte Inglés, esos de toda la vida, que parecen salidos de una peli de Sáenz de Heredia. Pero nada, que ahí podíamos seguir esperando.

Resulta que el tema ahora va de autoservicio. Una camarera -majísima eso sí- recogía las mesas. Pero a por el condumio tienes que ir tu mismo. Mal, mal… ¿Estamos acaso en un aeropuerto, o en un escuálido loft de diseño de Chueca? Noo, estamos en el Corte Inglés. ¡Por favor!

Uno mismo se tiene que levantar y ser el camarero. Así va España, ay.

La ‘Gourmet Experience’

La cafetería de El Corte Ingles ahora son Las cafeterías del Corte Inglés. Es decir, hay varias. Vienen a ser como las boutiques de la planta de señoras.

Pero en vez de Adolfo Domínguez y  bla y bla, hay una heladería, una pizzería, una hamburguesería, el local de un chef estrella, un sushi bar… Todo take away. La pizza es al taglio, las hamburguesas las exponen crudas etc.

Tú coges de aquí y de allá y puedes comerlo en las mesas de cada local, o llevártelo a la zona con vistas.

Los productos son de contrastada calidad, como suele abanderar el Corte Inglés. Buena materia prima, servicio impecable, corrección total.

Poniéndome seria, yo no comparto los valores que representa el Corte Inglés, antes prefiero los de sitios como El Mercado de San Fernando, por citar un alter ego ecologista y horizontal.

Pero siempre he respetado mucho a los empresarios que consiguen pasar el filtro del sacrosanto C. I.. Se que detrás hay trabajo duro. Mucho pelear. Así que nos quitamos el sombrero.

Los locales

Street Xo

El local más interesante de todo el espacio.  ‘Street’ alude a la referencia estética a un puesto de comida callejera. Pero en ‘Xo‘ es donde está la clave, pues este local lo ha creado el chef de DiverXo, David Muñoz (dos estrellas Michelín).  Mucho más económico que DiverXo (18-25€) es una versión rápida de su cocina gourmet: Fusión oriental, y los propios cocineros son los camareros. No describimos los platillos porque aun no hemos catao, pero lo que vimos parece muy atractivo.

Pizza al Cuadrado.

Puedes pedir una pizza al taglio en Pizza al Cuadrado. No confundir con las franquicias que este año se han reproducido como setas y que alimentan a los turistas y a los borrachos de madrugada. Este local proviene de la misma empresa que tiene dos locales en Malasaña -calles Barco y Ballesta- y es bien conocida por su buen hacer y su variedad artesanal. Las hay normales y las hay más rarunas, ñam: Pizzas de berenjena, pesto y piñones; de higos con queso de cabra; de patatas al horno, butifarra y cebolla caramelizada…

Se venden al peso y al corte. Sus ingredientes están ahí, delante de ti, la elaboración cuidada separa la pizza del paladar infantil y la convierte en una alternativa más o menos dietética.

Hamburguesa Nostra

Sigue una curiosa fórmula. Escoges entre treinta variedades de carne de hamburguesa -te informan de la raza y el origen-, y te recomiendan el pan y la salsa con la que se combina. Te la puedes llevar cruda (1,90-3€) o lo que es más propio aquí, te la cocinan en el momento (8-12€).

Al principio me chocó ver toda esa carne cruda expuesta en un escaparate, es como el infierno de un vegetariano. Además, leer el origen, me hacía pensar en las vaquitas felices pastando en el campo -aunque ya se que no estarán en el campo ni na… En fin, qué blandos nuestros dilemas éticos del siglo XXI.

Lo de la carne cruda tiene todo el sentido, porque empezaron siendo una carnicería, Raza Nostra, en el Mercado de Chamartín. Después convocaron a un chef, Juan Pozuelo, para que les hiciese las recetillas de hamburguesa y elevase un plato tan denostado al tono gourmet… En la Playa de Madrid somos unos impenitentes de las hamburguesas de bar de toda la vida, pero… igual cambiamos de opinión. En cuanto las degustemos compartiremos nuestra experiencia, y si alguien se adelanta, por favor que nos cuente.

Harina

Es una panadería y dulcería madrileña cuyo local en la Plaza de la Independencia ha cobrado fama por su calidad. Hacen buenos panes de masa madre y otros más normalitos. Tartas con aspecto muy delicioso… y también ofrecen menú de comer.

Es un local recoleto, apartado en una esquina de los demás, y el más agradable de todo el Espacio Gourmet.

De hecho, es en esta zona donde han abierto NUEVAS VISTAS A LA CALLE, con mesitas propias. Iluminadas por el claroscuro del cielo madrileño, puede verse el muy Gotham City edificio de Telefónica, con su emblemático reloj.

Además, es zona wifi, perfecto para venirse con el portátil a tomar un café dulce.

Es aquí donde, para coger sitio, toca pelear con las destronadas clientas de toda la vida, las señoras de las tortitas. Ya se sabe, a esas no hay quien les de gato por liebre.

En la carretera fíate de los bares con muchos camioneros. En los centros de las ciudades fíate de las pastelerías con muchas señoras. Ellas son las auténticas connoisseur.

 

La Máquina es de un emporio de restaurantes que hacen cocina tradicional española; la Central Mexicana es un restaurante que estaba en Pozuelo y Majadahonda y ha decidido pasar de Mordor al kilómetro cero en un parpadeo. Mister Lee es chino, y japonés y vietnamita. Típico todo en uno de cocina oriental, o lo que aquí aceptamos por oriental. Toma Café  ofrece una experience café que no es nada del otro mundo. Un stand de cócteles de indefinido estilo, que supuestamente te retrotrae a Mad Men, llamado Juanillo Club; el Asador Imanol, franquicia de asadores navarros, donde tomar pintxos… Será por franquicias: Los helados Amorino son otra franquicia internacional de helados italianos, hechos de productos naturales.

Con tanta franquicia la experience gourmet pierde nivel, la verdad. Esto de las franquicias es un horror kafkiano, pues da igual donde estés, viajes o no: comes lo mismo y ves lo mismo.

La noche

La noche son todo promesas. Sobre todo la noche de esa TERRAZA ahora que ha asomado la primavera.

Uno de los puntos más interesantes es el nuevo horario. Ahora el ‘Gourmet Experience Gran Vía’ cierra más tarde que el Corte Inglés. A las doce de la noche. Se sube por un ascensor.

Siempre he soñado con entrar en un centro comercial vacío, por la noche…Tomarse una copa delante del anuncio luminoso de Schweppes sí que mola. Tiene algo muy peliculero.
Finalmente una de estas noches me he lanzado a probar la terraza nocturna, y debo decir que me pareció un muy buen lugar para tomarse una cerveza o una copa. Cuando fui no había demasiada gente, lo que daba un curioso halo de intimidad.  Creo que el público no acaba de acordarse de que esa terraza está ahí arriba sobre sus cabezas. La verdad es que si no lo sabes es difícil darte cuenta de que el Corte Inglés está abierto por la noche y de que puedes subir. La terraza funciona exactamente igual que el interior, entras a buscar lo tuyo y te lo traes tu mismo a la mesa. Eso no es muy elegante, pero significa que el precio es el mismo en la terraza que dentro, y que puedes consumir en ella cualquiera de los productos. La han decorado sencilla e impersonal, vagamente pija: me recordó a algunas cafeterías de hoteles o a ciertas zonas vips. El fresco no es problema, tiene fuertes calefactores como los que calientan a los fumadores por Europa adelante, en París o Berlín. Esto último no es muy ecológico pero sí agradable.

¿Se perdió el glamour?

La antigua cafetería tenía encanto: entre las vistas, y la herencia retro de Galerías Preciados había conseguido convertir lo rancio en un aura entrañable. Un glamour como de skay, por el que muchos locales modernitos matarían.

Por supuesto, eso se lo han cargado. La decoración se puede ver en el vídeo y las fotos: Cristales y transparencias le confieren un estilo supuestamente neoyorquino. Pero no lo han conseguido. Nanai. Supongo que para los turistas que van rápido y no se fijan está OK. Y a las abuelas y los despistaos les parecerá como moderno. A mi me crujen los ojos con determinadas cosas, como ese árbol en el centro, o ciertos expositores y stands – la palabra lo dice todo.

Algunos rincones mejoran la cosa: La esquina de Harina, que ha optado por una decoración sin pretensiones de tonos claros; o Street Xo que al menos son divertidos…

En fin, tampoco soy Oscar Wilde, puedo ir y tomarme un café sin desmayarme. Pero con este cambio me han quitado un trocito de Madrid.

Lo mejor

No quiero acabar llorando la nostalgia de la cafetería anterior, quedémonos con lo bueno:

Una nueva terraza excelente, con posibilidades tanto de día como de noche.

Locales muy atractivos, con trabajo y experiencia detrás, algunos de ellos con una oferta gastronómica verdaderamente interesante, como Street Xo o Harina.

Y el nuevo horario de promesa nocturna.

Desde luego sigue siendo un buen sitio para sorprender a las visitas.

Y sobre todo El cielo de Madrid. Una panorámica de historia y literatura y curiosidad en los tejados.

Las nuevas vistas, desde la zona de Harina

 

Gourmet Experience Gran Vía

9ªPlanta de El Corte Inglés de Callao. | Callao 1

Horarios: L-S 10-24 h., domingos: 11-24 h.

La música del vídeo pertenece al vídeo del concierto de Biodramina Mood en el Plaza Jazz Club