La Belleza Oculta

Dónde se oculta la belleza

Un espacio para el desarrollo del arte y de la belleza.

La Belleza Oculta  es uno de esos espacios que te encuentras en Madrid y que representan una incógnita porque ni el nombre ni el escaparate les define desde afuera. Si pasas este mes por el número 19 de la calle Limón, verás en el escaparate: “WE CINEMA. La habitación de colores”  rotulado en un cartel. Y si tratas de desvelar algo más, desde la acera, resalta un marco del que sobresale una escultura con el nombre de la stop-motion FrankenWeenie, sobreimpreso. Con el misterio como reclamo, La Belleza Oculta es uno de esos espacios a los que estamos, irremediablemente, predestinados a entrar.

Entre lo público y lo privado.

Nos sale al encuentro Antonio Mahugo, propietario de La Belleza Oculta y nos descubre que el espacio consta de dos plantas. La parte de arriba está dedicada al estilismo, donde reciben a clientes previa cita. En la sala de abajo, abierta diariamente al público, se exhiben mensualmente distintas disciplinas de arte contemporáneo. Tenemos una programación constante de conciertos íntimos, performances, conferencias, exposiciones… trabajos de creadores que no paran de reinventarse. “Un espacio para el desarrollo del arte y la belleza”, así es como define Antonio Mahugo su propio espacio.

Estamos arriba. Al traspasar el umbral de la puerta, nos recibe un semicírculo de cristal opaco, en forma de espiral. Sobre este patrón geométrico se organiza el espacio de La Belleza Oculta, entre lo público y lo privado. La espiral, al no estar abierta, da privacidad al espacio dedicado a la imagen personal, reservado para los clientes que solicitan los servicios de Antonio Mahugo. Él es quien nos conduce por La Belleza Oculta. Nos movemos entre líneas quebradas, dominados por el color blanco, con una iluminación que invita al relax. Todo adquiere un carácter ritual, incluida su relación con Samma, un  Piccolo Lebrel Italiano, color isabelino que, después de saludarnos, baja unas escaleras. Vamos tras el pequeño galgo.

La habitación de colores.

La habitación de colores

Seguimos la curva abierta de la espiral y rotamos hacia la parte de abajo, por unas escaleras que acaban dilatando el espacio en una galería de exhibición. Pasamos, del blanco de arriba, a paredes de ladrillo visto sobre las que cuelgan los cuadros de la exposición WE CINEMA, que ocupa hasta el 20 de octubre La habitación  de colores, una galería de arte online. Estamos ante una serie de esculturas enmarcadas sobre fondo plano, recreaciones de la cartelería original del mundo de la cinematografía: The Great Dictator, Being John Malkovich, Skyfall, Jaws, A Clockwork Orange, entre otros. En algunas de las piezas, las figuras y formas apuntan hacia nosotros, como si tuvieran una vida que naciera del centro del soporte, estuviera a punto de expandirse y que dan como resultado unos cuadros en 3D. 

A la izquierda de la sala de exhibición, un arco sin puerta nos lleva al office, el espacio reservado de Antonio Mahugo. Nos invita a sentarnos y a mirar hacia arriba: unas baldosas transparentes dejan entrar la luz de la calle  y dan cuenta de quién entra en el espacio. Mahugo nos cuenta que fue con la arquitecto Virginia León, que llegaron a la forma espiral que requería el espacio, una antigua tienda de electricidad que llevaba veintinueve años cerrada. La espiral constituye el patrón geométrico que más se manifiesta en la Naturaleza, incluida la humana, y ha significado para las diferentes humanidades el ojo que todo lo ve.

Aprender a mirar-te.

Para contar La Belleza Oculta es necesario referirse a la persona que la ha creado. Totalmente de negro, con pantalones abombados y un fular al cuello, la apariencia de Antonio Mahugo se resiste a las definiciones. “Lo que he aprendido está en todo lo que hago”. Artista plástico, performer, maestro de Reiki, además de estilista, el trabajo de Mahugo no entiende tendencias ni encasillamientos. “En mi trabajo diario hago arte aplicado”. Así define la esencia de una labor que lleva realizando dieciocho años. En plena juventud tuvo una intuición creativa y se la negó durante un tiempo. Se fue a Nueva York y Londres para confirmarla. Y la encontró. Uno de sus maestros fue Vidal Sassoon, el estilista de Mia Farrow, entre otras. Sasoon fue el creador de un corte de pelo geométrico inspirado en el movimiento Bauhaus. “Entra un cliente y yo veo una escultura, un busto unas facciones y unas posibilidades….”.

Si decides entrar en La Belleza Oculta como cliente, Antonio Mahugo va facilitar que te relajes y que esa visita se convierta en un tiempo para ti. Y, sobre todo, que entres sin saber pero confiado. “Es la única manera de que el cliente deje salir la forma escondida que lleva dentro”. Por eso, a cada cliente le suelen dedicar una hora u hora y media. “Si llegamos a un acuerdo, le vamos a hacer descubrir algo que no le habían contado de sí mismo”, lo deja bien claro. No se trata tanto de crear como de interpretar al que llega con una idea preconcebida sobre su imagen. “La belleza y el arte se realizan en base a la dimensión humana”. Para Mahugo abajo está la imagen de lo que sucede arriba. “En el espacio de arriba te enseñamos a mirarte, el cliente es la obra de arte. Abajo programamos el arte previamente elaborado, como esta exposición o la performance que estoy a punto de estrenar. Porque Antonio Mahugo mantiene viva su faceta de performer y de artista plástico que exhibe en distintos espacios, entre ellos, su propia galería. “Puede sonar ingenuo, pero a mi me mueve es una voluntad pública”, concluye.

Fotos: Curro de los Ríos.

La Belleza Oculta. | Limón 19 | 
91 559 43 30
Horarios: 
L-V 10 h.-13,30 h. y 15,30 h-19,30 h.
Sábados 10 h.-19,30 h.
Precios:  25€ sesión estilismo.