La Republicana, tienda de platos preparados vegetarianos, organizó hace unas semanas este Debate violento sobre la lechuga.
A favor de la lechuga acudió Txomin Calvo, freegano y actor de Chessboxing, una nueva serie online de A3 -cuyo primer capítulo se emitirá este Septiembre. La serie va sobre Chess boxing, un deporte que une ajedrez y boxeo. Txomin venía por tanto preparado para la lucha mental y el golpe físico.
En contra de la Lechuga fue invitado Curro España, alias Pablo Zapata, editor de La Playa de Madrid. ¡Eh, nos invitan ya a actos públicos!
Los oponentes no se conocían antes de subir al ring. Pero sin duda hubo química.
El moderador era Alexander Ríos, artista colombiano. Todo lo contrario a la tensión, lo vi dormirse en el mostrador antes del debate: era sábado por la mañana, en pleno finde del Orgullo Gay, y todos los presentes, público y moderadores incluidos, tenían una importante resaca.
Elisa Fuenzalida es la organizadora, la madre de todo esto. Ella regenta La Republicana, y es también escritora y editora de Papel de Fumar, ‘ediciones radicales pero elegantes‘.
Señora Lechuga ¿Y Usted que opina de los ponentes?
No simularemos ser objetivos: estábamos por Pablo. Defendió bien la plaza, pero Txomin utilizó tanto las armas más nobles (una documentación sobre La Lechuga muy currada, con recetas, anécdotas -una postura sexual llamada “de la lechuga”) como las más rastreras. Detecté muchas de las traidoras treinta y ocho estratagemas que menciona Shopenhauer en El arte de tener razón.
Pablo, por su parte, intentó exclusivamente las rastreras. Con gran pena, hemos de reconocer que pese a su mala fe, nuestro campeón y representante de La Playa no ganó el debate. Pero él hizo como que sí, y eso, amigos, es lo importante. Si no ganas, finge. En el vídeo parece un triunfador absoluto. ¡Nunca os creáis lo que ponen en la tele!
Todo terminó en guerra, los moderadores y el público insultaban a nuestro pobre Curro España llamándole falocéntrico… Habráse visto. Finalmente el mercado volvió la paz cuando Txomin distribuyó entre el público una crema hidratante hecha con este -eeh, reconozcámoslo, despreciable- vegetal.
Todos contentos e hidratados bebimos cerveza y nos hicimos amigos. Estos sábados del mercado de San Fernando son los nuevos sábados.
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