Modulok se estrenó a las 22,30. Tocaron en el bus de Red Bull, en la plaza del pueblo. El bus es un ingenio estrafalario, con un escenario que se saca de dentro y lo eleva sobre sí. Algo tiene de atracción de feria. Desde allá arriba Modulok saludó a Benicassim con una buena lista de canciones. Abajo ambiente de verbena: había un crío bailón que merecía ir a operación triunfo. Sonaron muy bien, la verdad, y todo el mundo estaba de buen humor. Con el FIB empieza el verdadero verano.
Cuando me levanto soy la única superviviente de anoche. Estamos en un apartamento con los Modulok -son cinco y acompañantes, pero lo llevan muy bien. Las opciones de la mañana en Benicassim son una y no es horrible: las aguas del Mediterráneo.
De camino a la playa, me encuentro un pueblo trastocado por las emanaciones del FIB. El plato del día van a ser las carnes a la brasa, blancas e inglesas: Decenas de ninfas toman el sol en cualquier pedazo de verde. El tono de su piel va a ser el reloj del festival: hoy, primer día, están todavía blanco leche.
Poco bizarrismo, de momento: dos hawaianas de palo, un ángel femenino tatuado en unos omóplatos, una doble de Yoko Ono exhalando bocanadas francesas en el césped.
Benicassim es un pueblo agradable, con un paseo marítimo que no ha sufrido los excesos del urbanismo valenciano. Apartamentos bajos que se llaman Venecia o Cohimbra llaman a la nostalgia de las vacaciones en familia. Y quedan muchas villas de la bella época, que se llaman La iluminada, o Villa Gens, extraña, con pinta de casa de montaña austríaca. Allí la familia Gens organizaba las más locas fiestas, en la zona del paseo que se llamaba El Infierno -todo eso lo dice la placa del Ayuntamiento.
Pero volvamos a anoche.
Me retiré la primera -por eso puedo escribir estas líneas sin resaca. Y ellos se entregaron a la noche valenciana. Eso es honor Modulok. Así que el resto de la crónica solo puedo descubrirla como una tarea arqueológica y gráfica, porque Pablo en estricto cumplimiento de su deber hizo fotografías durante toda la noche, amanecer incluido. Abrir esa tarjeta de memoria da un poco de miedo. Recomiendo ver las fotos hacia atrás, como un alucinante rebobinado… / Benicassim,12 julio
Así me gusta, empezando con fuerza!