Recapitulación sobre Diamond Flash y desarrollo de Magic Girl
25 de junio. La convocatoria es Diamond Flash (Premio Rizoma 2012). El cine de culto en la red. Encuentro con el director Carlos Vermut. A las 20.15 casi no se cabe en el Foro de Casa de las Tierras. Aquí está una mayoría representativa de quienes le han colgado la etiqueta de película de culto.
“No voy a empezar dando una charla, prefiero empezar respondiendo alguna pregunta. ¿Quién se anima?”.
Así, con un cuarto de hora de retraso sobre la hora prevista, mientras el público buscaba acomodarse, empieza un diálogo con el público asistente y Carlos Vermut. Las imágenes de la película se suceden en un plasma, sin sonido y con subtítulos en inglés, al lado del director. La mayoría de los asistentes, con sus intervenciones, demuestran que han visto Diamond Flash en algún festival o en alguno de los pases que se han sucedido en Madrid (Casa Encendida, Sala dela Academia de Cine) o en Filmin.es, donde se puede ver la película prepago, desde hace unas semanas.
“¿Qué significa estrenar en la red, después del reconocimiento que ha tenido la película?”, es la primera pregunta que abre el debate en el Foro.
C.V. “Estrenar on-line significa que puedes ver Diamond Flash el día que quieras, a la hora que elijas y en tu casa. Pero no nos vamos a engañar… La red, por muchos espectadores que tengas y con la escasa promoción que podemos hacer, todavía no te da para vivir de esto. Aún así, para mi es un logro”.
¿No echas de menos la pantalla grande?, pregunta otra voz.
C.V. “Ya he tenido pantalla grande en todos los festivales que hemos asistido y en distintas proyecciones… Una película de bajo presupuesto como Diamond Flash, como mucho, podría estar dos semanas en un cine. Con todas las proyecciones que se han ido haciendo ya hemos superado esa cifra. Y todavía quedan docenas de festivales en los que se va a proyectar Diamond Flash. Aquí y ahora puedo decir que estoy contento con el recorrido que estamos teniendo y con el impacto que hemos conseguido en Internet”.
RECAPITULACIÓN.
Y de eso, de parte del recorrido, versa una parte del debate. Hay que recordar que antes de iniciarse en el mundo del largometraje, C.V. ya es un referente en la historia del cómic, Premio Injuve 2006, por Bañán Rojo (Dibbuks, 2006) y cuatro nominaciones el Saló del Cómic de Barcelona. C.V. rememora que rodó Diamond Flash con 25.000 euros, dinero que salió de la venta de los derechos de explotación de la serie animada Jerry Jam, para RTVE. Desvela que en breve saldrá a la venta el DVD de Diamond Flash e irá acompañada de un cómic, para ofrecer otras cosas del proceso de la película que no han salido y me han ayudado a configurar la historia. Recuerda que fue por Internet que convocó el casting para encontrar a todos los actores de su película – Angela Boix, Miquel Insua, Klaus, Eva LLorach, Rocío León, Villar, Victoria Radonic, Javier Botet, Petra del Rey y Alba Guerrero. Un casting largo hasta dar con todos y cada uno
C.V.“Porque lo que buscaba era una interpretación muy realista, actores que enseguida hicieran suyos los textos adaptándolos a su manera de hablar. Lo que me interesa es la identificación, tanto en los actores como con el público. Me gusta ver películas en las que me olvido de la trama por eso, por identificación con lo que están viviendo los personajes. Quería provocar lo mismo con DF”.
Y regresamos al presente.
EL PRESENTE DEL CINE ESPAÑOL
El debate se caldea entre Vermut y un grupo de futuros cineastas, de alguna escuela de cine, que preguntan:
¿No crees que es una moda decir que el cine español es malo y eso es lo que hace que nadie vaya a verlo?.
C.V. “Yo no creo que nadie esté pagando a nadie para que diga que el cine español es malo, ni para hacer desertar al público, masivamente, de las salas de cine… Creo que hay que asumir esa realidad y dejar de pensar que se trata de una conspiración”.
Los jóvenes insisten: ¿Crees que el cine español es de baja calidad?
C.V. “Son los cineastas, preocupados por ello, los que tendrán que preguntarse qué está pasando, por qué les ha abandonado el público. O quizás deban interrogarse qué prima más a la hora de hacer sus películas: recibir una subvención o la historia que de verdad quieren contar”.
El debate sobre la deserción del público de las salas no llegó a conclusiones pero sí a hipótesis como que una mayoría de los cineastas españoles, en los años noventa, fueron muy apoyados por las instituciones y por un público que les seguía. Los directores y el público han ido cumpliendo años al mismo tiempo, si se han desconectado habrá que interrogarse por las razones…
C.V. “Yo creo que al público potencial de cierto tipo de cine español, de un cine de autor, no le gusta la complacencia. Y en este país, para recibir subvenciones, tienes que ser complaciente. Si yo no soy coherente con lo que hago no le puedo exigir al público que se trague un proyecto que, para mi, ha sido alimenticio, por ejemplo”.
Más preguntas del Foro: ¿Quieres decir que hay que hacer películas que a priori sabes que no van a ser rentables?
C.V. “Si esa es tu película, tienes que hacerla. Ya veremos si es rentable o no; incluso como sería posible amortizarla. Pero si no la haces no lo sabes. Lo que está claro es que las otras tampoco lo son, excepto Torrente y alguna otra… Para mi está muy claro, si tengo que hacer cine para llenar salas, sólo para llenar salas, prefiero montar una discoteca. Yo no hago cine para contentar a todo el mundo”.
C.V. dejó claro que pertenece a otra generación cuando afirmó que
“los rituales han cambiado en la forma de ver cine. Con los proyectores estupendos que puedes tener en tu casa y los nuevos formatos que aparecen en la red, a veces, prefieres quedar con amigos en tu sala de estar para ver Black Mirror u otra joya que has encontrado en Internet. Pero incluso si no dispones de proyector y has visto The Wire en un plasma y la has disfrutado, ya está bien. Has tenido una buena sesión con un producto de calidad. ¿Por qué no podemos decidir libremente qué es lo que queremos ver y cómo dónde decidimos verlo? Lo que no podemos es obligar nadie a consumir algo por ser español”.
EL FUTURO ES MAGIC GIRL
C.V. mira la pantalla del plasma en la que se suceden los fotogramas de Diamond Flash y, como si mirara un reloj, al ver el metraje de la película comenta que llevamos más de hora y media de charla. Pero antes de acabar, surge la penúltima pregunta del Foro:
¿En qué estás trabajando ahora?.
Antes de responder, CV se sonríe, baja la mirada y levanta la cabeza con la mirada adentro, muy adentro, antes de confesar:
C.V. “Lo nuevo ya tiene título, se llama Magic Girl. Y poco más puedo contar… Un padre tiene que conseguir algo que necesita su hija, enferma…”.
Y calla. Rompe el silencio una pregunta sobre la posible financiación:
C.V.“estoy en contacto con productores franceses, se está concretando. Hay un hueco por cubrir que es el cine de autor y ellos lo han visto. La financiación no será de lujo… Económicamente nos valorarán como si hiciésemos películas de serie B, pero podremos rodar, que hora mismo es lo que me importa. Y, sobre todo, me dejarán hacer la película que quiero”.
Con esas palabras se levanta el coloquio oficial. En el bar improvisado del Foro sigue la charla y nos enteramos que Magic Girl será un thriller de ficción extrema con personajes normales envueltos en situaciones anormales. El referente de Magic Girl lo ha tomado del género animado del manga japonés, cuyas protagonistas son chicas que tienen un objeto mágico, que ocultan a los demás, y que les confiere un poder especial. Sin duda, CV se está construyendo su sello y no pasa por el cine comercial.
C.V.“Yo parto del placer… Hay que hacer las cosas con amor. Si pones amor en tu proyecto, sea cual sea, tu proyecto llega a quien tiene que llegar”.
Nos queda claro.
Fotografías: Uge Rodríguez.
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