La feria de Moyano es uno de esos clásicos madrileños cuya existencia olvidamos. Es como cualquier feria del libro, pero permanente. Ocupa toda la calle de Moyano, desde Atocha hasta el Retiro. Vende libro antiguo y de ocasión. Se compone de casetas numeradas, y cada una tiene su mesa donde exponen los saldos.
No todas las casetas abren todos los días. El domingo por la mañana todas están abiertas. Pero hay demasiada gente. Cualquier mañana laborable estará la cuesta mucho más tranquila. En primavera, con ese aire que solo hay en Madrid en esta época del año y que -en imagen de Julia- es como el aliento de un enamorado que te sopla en la nuca.
Poco importa que los libros estén descosidos o rotos o subrayados…. les da una pátina que el libro nuevo no tiene: Entre sus hojas, listas de la compra, recordatorios, estampitas de santos; en su primera página dedicatorias de compromiso, o bien muy sentidas. Cuando llevas un rato hojeando, los dedos huelen a polvo de libros. Algunas ediciones son fantásticas: el gramaje del papel, la hechura, la cubierta textil. Otras son de baratillo, fabricadas para ser stock. Algunos títulos se repiten mucho: La conducta de los animales, El lobo estepario… Clásicos de la literatura y también fascículos, manuales de informática trasnochados, autoediciones de algún poeta. Y mi caza preferida: las portadas que Daniel Gil diseñó para los libros de bolsillo de Alianza.
Se supone que compran libros también. Pero en una mudanza lo intenté y no tuve demasiado éxito, tuve que regalar los que llevaba -y ni así. Conste que los libreros de Moyano son gente amable y muy discreta. Se echa de menos por allí a la señora malhumorada: una librera mayor que echaba broncas a los incautos, por ojear sus libros. Parece ser que ha muerto este verano.
La cuesta se llama así por Claudio Moyano y Samaniego, un político conocido por su reforma del sistema educativo, la ley de instrucción pública, en tiempos de Isabel II. Su estatua, con la de Pio Baroja, preside la cuesta. Las casetas de libreros están desde los años veinte, pero no quietas. Ni se sabe cuántas veces se movieron al Paseo del Prado, ante la reja del Jardín Botánico. La última vez en el 2007. Finalmente volvieron la Cuesta de Moyano. Y allí te esperan.
Cuesta de Moyano, Calle de Claudio Moyano
Horarios: L-V 10-14,30h. y 16,30-19 h. S y D de 10,00-14,30 h.
Precios: La montaña mágica-volumen II 4€, A la sombra de las muchachas en flor 4€
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