No son tantos los tejados de Madrid abiertos al público y éste además tiene un bar. Buen sitio para sorprender a las visitas, con un punto misterioso: llegáis, llamáis a un telefonillo, subís en un ascensor destartalado. Está en lo alto de un bloque de oficinas.
¿Y qué se ve desde arriba? El SUR. Todas las ciudades tienen un sur, que algunos llaman mediodía. La Estación del Mediodía del Monopoly es el antiguo nombre de la Estación de Atocha. Éste mediodía nuestro tiene antenas, ventanucos de buhardillas y tejados. Y sobre todo los cielos madrileños, en cuya busca los pintores de la escuela de Vallecas caminaban en los años treinta por los campos, lienzo en mano, desde Atocha al pueblo de Vallecas. ¡Vaya cielos! Con sus cumulonimbos, teñidos de fiebre.
La Casa de Granada muere de éxito, porque Madrid está lleno de secretos a voces: el fin de semana la terraza está llena. El verdadero momento para ir es una mañana entre semana, que está muy tranquilo y tendrás mesa a elegir. Si es finde, lo suyo es alejarse de los horarios de comida y cena.
Las casas regionales tienen algo entrañable. Un gallego o un asturiano llegaba a Madrid y ¿dónde iba? A la casa de Galicia o de Asturias. Allí oía gaitas y se curaba de la morriña. Pero ahora que Madrid está a tiro de piedra y uno va y viene en low cost, su función se ha diluido. Es muy natural que se conviertan en casas de menú.
Como bar no está ni bien ni mal. Al ser la casa de Granada esperarías un remedo de las magníficas tapas granaínas. Pero todo no se puede tener. Si quieres tapas vete a La pequeña Graná en Arganzuela. Aquí la comida es normalita, con tendencia a la fritanga, y con la cerveza te ponen apenas unas aceitunas. A su favor decir que tienen tercios de Alhambra.
Lo suyo aquí no es comer, es pedirse unas cervezas y ver atardecer. Es una terraza o sea que te puedes echar el cigarrito de la puesta de sol. Que dan ganas aunque no seas fumador.
Casa de Granada, Calle del Doctor Cortezo 17, 6ª planta| 913 69 35 96
Horarios: L-J 12,00-24,00 h. V y S 12,00-1,00h.
Precios:Doble 2,50 €, pandereta con 6 salsas 6,50 €, cazón adobado 8,20 €, sepia a la plancha 9 €, menú diario 9 € menú fin de semana 12 €
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Tras estar cerrado durante un tiempo por reformas, fui ayer (11/06/14) por la noche con mi novia, para enseñarle un sitio que me encantaba de Madrid desde hace más de 8 años.
La reforma que le han hecho no ha sido solo del local, le han dejado una terraza más grande, han modificado carta, cocina, precios y trato.
De la carta han desaparecido platos como los boquerones fritos, no hay posibilidad de tapas o medias raciones, pedimos unas croquetas y solo eran un engrudo de bechamel, bechamel y mas bechamel, servidas con patatas fritas de paquete que eran claramente restos porque estaban totalmente machacadas y duras, duras como si llevara el paquete abierto 3 días, ese maravilloso plato de croquetas en terraza son 15€, un robo, cuando se lo hice saber al camarero, nos comimos 2 croquetas y 4 patatas chips, no se disculpo o trato de buscar solución o alternativa, nos dijo que al resto le gustaba la comida y que teníamos que probar más cosas, se lo comente al encargado y me contesto en el mismo tono, que nada, que vale y que entendía si se lo comentaba a la gente, pues aquí queda dicho.
Si pretenden cobrar 15€ por croquetas en terraza, por mucha terraza en 6ª planta con vistas que sea, deben ofrecer comida de calidad y buen servicio al cliente.
No volveré, no lo recomendaré y espero que cambien antes de que acaben cerrando
No conocia esta terraza, el lugar me gustó, tiene una vista hermosa; pero me parece que los precios están fuera de contexto, una crema de orujo por 6 euros, no me parece; afortunadamente no pedí un whisky. Creo que deberian adaptar sus precios, el servicio lento y solo estaba llena la terraza.