El jardín del ángel

Flores en la vida o flores en la muerte

Este vivero era el cementerio de la iglesia de San Sebastian, llamado “cementerio de los cómicos”, donde estuvo el cuerpo de Lope de Vega. En 1771 Cadalso intentó desenterrar allí el cadáver de su amada, la actriz María Ignacia Ibáñez, muerta de tifus a los veinticinco años. Se lo impidieron sus amigos, y  Cadalso escribió Noches Lúgubres, que va de eso: chico desentierra chica.

Una vez soñé con el final de la calle Huertas, junto a este lugar, lo que me hizo preguntarme por él. Entonces me enteré que antes de invernadero fue un cementerio. Algo en su disposición  es llamativo para el inconsciente. Un arquetipo en el olivo y el techado.

Los cadáveres ya no están, fueron trasladados, o eso dicen pero no hay que fiarse si recordamos ¡spoiler! el final de Poltergeist. En 1889 la familia Martín puso el vivero que está allí desde entonces-presumen de no haber cerrado ni en el 36, cuando cayó una bomba en la iglesia de al lado. En el 2006 fue traspasado y ahora se llama “El jardín del Angel”.

¿Vida en vez de muerte? No hay que atribuir a las plantas un ser naif. En los códices medievales los entrelazados de hiedra alrededor de una letra tienen doble filo: protector e invasor. Y las plantas entre sí carecen de piedad,  siempre que pueden asfixian lentamente a la planta de al lado.

Es una floristería cuidadosamente decorada, respetando el vivero original, con espacios muy amigables en su interior, incluyendo hamacas y sillones para sentarse. Han tenido la delicadeza de poner una fuente, lo que añade un rumor, el del agua,  difícil de escuchar en Madrid. Cuando lo oyes entiendes por qué inteligentes nazaríes ponían fuentes aquí y allá.

Como tienda es más bien pija, sí, pero a-mirar es gratis y b- una maceta para el balcón no nos va a arruinar.

LORENZO.-  ¡Qué olor! ¡Qué peste sale de la tumba! No puedo más.

TEDIATO.-  No me dejes; no me dejes, amigo. Yo solo no soy capaz de mantener esta piedra.

LORENZO.-  La abertura que forma ya da lugar para que salgan esos gusanos que se ven con la luz de mi farol.

TEDIATO.-  ¡Ay, qué veo! Todo mi pie derecho está cubierto de ellos. ¡Cuánta miseria me anuncian! En éstos, ¡ay!, ¡en éstos se ha convertido tu carne! ¡De tus hermosos ojos se han engendrado estos vivientes asquerosos! ¡Tu pelo, que en lo fuerte de mi pasión llamé mil veces no sólo más rubio, sino más precioso que el oro, ha producido esta podre! ¡Tus blancas manos, tus labios amorosos se han vuelto materia y corrupción! ¡En qué estado estarán las tristes reliquias de tu cadáver! ¡A qué sentido no ofenderá la misma que fue el hechizo de todos ellos!
Cadalso, Noches lúgubres

Jardín del Ángel, Calle de las Huertas, 2  | 91 3697932
Horarios: Todos los días 10,30-21
Precios: Cáctus 4 euros, planta ornamental 8 euros, huerto urbano 200 €