Subo, sin desayunar, una larga cuesta, desechando a mi paso bares que no están mal. Será que La Piola tiene exceso de argumentos a favor
1-Ricas tostadas con tomate, y café bien servido con suficiente crema.
2-La decoración en plan berlinés: paredes desconchadas, muebles de aquí y de allá. El detalle de flores frescas en la mesa de la ventana.
3-Las camareras son todas muy amables, una vez me ayudaron a remover la basura hasta encontrar un broche con la cara de Poe que había perdido.
4-Las exposiciones de sus paredes cambian mucho y están bien elegidas: fotografía, dibujo, collage;
5-la música es jazz calentito del que trepa hasta los techos, nada mejor con el primer café del día.
6-Por la noche también tiene su punto, que es otro. Es un buen lugar para un primer cubata, puente entre la cena y lo que venga. Si quieres darle una oportunidad a Huertas empieza por aquí.
7-En fin…además pueden entrar perros, eso para quien tenga perro seguro que cuenta.
La Piola, León 9
Horarios: L-D 10 – 1 de la madrugada
Precios: Café 1,40€
El segundo desayuno de hoy nos lo hemos tomado en La Piola: tés, cafés, tarta de zanahoria, tostadas con tomate y aceite, cañas. La camarera tenía la belleza de las chicas que aún no se han acabado de despertar y a un volumen perfecto sonaba Madeleine Peyroux.