Lo contrario al mundo de las franquicias o a los diseños californianos ensamblados en china. Este jardín evidencia, con su belleza delicada, sus lucecitas y su desorden armonioso, todo un marco teórico de producción y consumo.
Madrid tiene ese pasado árabe de calles estrechas y ventanucos con cortinas. Es nuestra raíz estética y cultural, por lo que resulta difícil encontrar grandes patios ajardinados como los de Berlín.
Federica cuánto habrá buscado, digo yo, para encontrar un espacio adecuado. Y éste lo es: un jardín interior, de esos que los vecinos se guardan celosamente: Ella lo ha abierto al público, llenándolo de farolillos, plantas y viejos muebles.
Al jardín se abren varios locales. Todos con personalidad propia. Diseñadores de ropa- Sister Jane, ropa infantil-Ma Petite Juliet, de muebles, Urban Antique, de tocados-Mimoki y hasta de perfumes creados a medida-Ana Corsini, con un órgano que se parece al legendario piano-cocktail de Boris Vian. Les une la voluntad creativa y aportar objetos hechos con cuidado, en los que importa el producto y el proceso.
No solo compras: Chloé Sucrée imparte talleres de cocina bio para adultos y también para niños.
Y en los aledaños Serrano, que es lo más fuerte. Pegadito a una tienda de caviar. Quizá es que hay que ser pijo para ser bio y tener buen gusto. Pues vale, seámoslo.
Federica&Co, Hermosilla, 26 | 91 431 94 77 |
Horarios: L-S: 11.00 – 20.30 h.
Precios: Cosas hechas aquí en talleres propios.
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