El Estado Mental es una revista. Como lo fueron toda la vida en el quiosco. Buen papel, bonita portada, cuidada maquetación. Sale cada mes. Va por el segundo número y ambos han sido brillantes. Trata varios temas a varias voces. Algunos de ellos son firmas conocidas del pensamiento o el arte, otros no lo son tanto, pero no por ello dicen menos. Tiene entrevistas, gráficos, artículos de fondo, relatos, reportajes. Y todo ello tiene un desmesurado interés. Son cargas de profundidad que caen lentamente hasta estallar abajo, en los fondos submarinos. La lenta onda de sus explosiones dura todo el mes. Hasta que salga el siguiente número.
Nuestro gatito comiéndose El Estado Mental
Es en verdad densa. Duradera. Disculpad que insista sobre ello, pero me parece una de sus peculiaridades. Estamos acostumbrados a revistas hechas para durar lo que un desayuno en domingo, una sesión de peluquería, un viaje en bus.
Esta revista sillonea un mes. Mínimo. Si se me permite otra metáfora, esta vez algo asquerosita: un chicle que guardases el mes entero para sacarlo y masticarlo muchas veces. Menos mal que, como el chicle aquel que inventara el Sr. Wonka en la Fábrica de Chocolate, va cambiando de sabor cada vez. Y siempre salen sabores sorpresa.
Del primer número regalé un par de ejemplares y guardé otro para mi. Me parece el regalo ideal para llevar a cualquier cena o reunión de postín. Quedarás como un caballero o caballera, es muchísimo mejor que llevar un vino del chino y cuesta igual.
El Estado Mental 1, Otro mundo es imposible.
El primer número todavía se puede conseguir y algún día será una joya bibliográfica.
Tenemos un diálogo, que pudo haber sucedido, entre George Orwell y Manuel Azaña; algunas miradas -menos manidas de lo que estamos apáticamente acostumbrados- sobre Catalunya; unas Notas sobre feminidad, fotografía y publicidad escritas por el siempre sorprendente Rafael Sánchez Ferlosio -habrás leído nuestra entrevista estrella, la que le hizo Henar Lanza a Ferlosio para la Playa de Madrid, cuando le invitó a nueces y jamón york-; algunas reflexiones inquietantes sobre nuestro cuerpo, como mejoras casi de ciencia ficción (Hacia la singularidad por Albano Cruz, El día que volví a ser simio por Fernando Broncano) o el tráfico de órganos ( Negociar con la muerte por Mónica Serrano); un ensayo muy romántico, apoyado por un impresionante trabajo fotográfico sobre los grandes vórtices y remolinos Into the Maelstrom por Zoé T. Vizcaíno; una semblanza breve e intensa de Enrique Vila-Matas sobre su vivencia de una obra de arte en Kassel; un artículo erudito y divertido sobre gastronómicas delicias genitales Los huevos sobre la mesa por José Manuel Ruiz Blas; Juan Cavestany nos hace una preciosa y sincera narración de lo que supuso rodar la película Gente en Sitios, titulada Aves de fuerza desigual, título que pudo ser el de su película -no sabría yo tampoco cual elegir-; Beatriz Navas, programadora de los muy originales ciclos de cine de La Casa Encendida, nos devela páginas de un diario encontrado, el de su adolescencia en el 92, un divertimento sabroso que tendrá continuidad en los siguientes números. La revista trae otros tantos artículos interesantes -¡Es una desmesura!-, y también contenidos de arte contemporáneo, ilustraciones, cómic y arte gráfico.
El Estado Mental 2, La ira de los frustrados. El segundo número no es un hermano más débil o delgaducho, no. Puede arrebatarle la corona al primero sin problemas. Confieso que aun no he conseguido terminarlo, como decía es muy duradero.
Fieles al nombre de la revista estudian nuestro estado mental: introduce un texto muy breve pero acertadísimo sobre la Queja por Elias Canetti y lo sigue otro sobre Resentimiento y naufragio por Javier Moscoso. Me llamaron la atención las conversaciones, un formato que me encanta. Han conseguido confrontaciones muy icónicas. En Encarnar disidencias conversan Teresa Forcades y Beatriz Preciado, y en Sobre los enemigos del comercio conversan César Rendueles y Antonio Escohotado. Ambas conversaciones son más atractivas que un matrimonio de esos de anchoa y boquerón. Mmm, eso es instinto comercial y se va a convertir en la especialidad de la casa. La profesión periodística se enfoca de una manera profunda en otra conversación, entre Glenn Greenwald, un periodista estrella tras el caso Snowden, y Bill Keller, exdirector de The New York Times, articulada como Objetividad y subjetividad en periodismo. No descuidan el reportaje clásico, la sección Una mirada al mundo hace un panorama que parte de la realidad de un pueblo español -Aires de Yecla por Juan Soto Ivars- y salta a una China cada vez menos exótica -7$8, una historia del arte contemporáneo chino por Susana Sanz Giménez o el reportaje fotográfico Beijing por Alberto García-Alix- o a Venezuela, Desde una ventana #Venezuela por Doménico Chiappe. Este número 2 se detiene en el asunto literario: Tres Apuntes por Álvaro Pombo, Profundidad Horizontal por Constantino Bértolo, El parche caliente por Fabián Casas, Los estados mentales de Ferrer Lerín, Ensayo sobre el plagio a Peter Handke por Ray Loriga, El revival de la novela social por Gonzalo Torné, Literatura y enfermedad por Patricio Pron o La depresión de los pescaderos por Matías Candeira
La plaza de toros cuadrada más antigua del mundo
Resaltaré el excelente relato Sebastián, ¡amor mío! de Bárbara Mingo Costales que -aparte de que tiene enchufe en La Playa de Madrid, donde escribe de maravilla sobre ópera- ha ejecutado una preciosidad de cuento breve ¿basado en hechos reales? capaz de dibujar como quien no quiere la cosa el bienestar contemporáneo y los altibajos del amor.
Espero con ambición el tercer número.
La revista tuvo otras etapas en su prehistoria de las que hemos dado cuenta: fue una revista-libro de 306 páginas, publicada en marzo de 2011 con el título de Tenemos que hablar. Y una radio online bajo el título de Que lo parezca hasta que lo sea.
Saldrán diez números al año, en quioscos de toda España. Se publica también en versión digital, con una APP descargable para Ipad y Android Así mismo la web, elestadomental.com se actualiza diariamente con contenidos de acceso gratuito, que pueden leerse históricamente en este Dietario.
En la web puedes escuchar los muy singulares programas de EEM, RADIO, emisora online con programación semanal.
Es el otro fuerte de El Estado Mental. Aunque durante un tiempo se ofrecen generosamente en la fonoteca, sus podcast son para suscriptores. Financiar un medio como este, independiente y hecho con primor por grandes profesionales, es casi una labor política. Sin el casi. Y lógicamente la suscripción es una de sus vías de financiación.
Aquí un pequeño panorama de la escucha disponible a día de hoy, perfecto para que te hagas una cata completita: Los Lunes Radio, “Magazine imprevisible. Todos los días son lunes”. con Bruno Galindo; Cuerdos Desatados, “José Manuel Ruiz y Toni Abril dan un repaso gamberro e irónico a la actualidad mundial más bizarra. Noticias sorprendentes, singulares, extrañas, casposas y curiosas son radiadas en tono crítico y, cuando lo merecen, con ánimo de denuncia y destrucción”; Las Periféricas “un intento de reorientar la armonía, de indagar mucho más allá de las manidas poéticas y de las sentencias firmes” con Alejandro Simón Partal; Colorín Colorado “un programa de entrevistas dizque intelectuales y sabihondas, donde unas veces será el entrevistador y otras el entrevistado quien tenga que hacer el papel de nereida. Sea como fuere, aquí se toca vello”, con Ernesto Castro; Pop Goes Art “puntos de unión entre los diferentes estilos pictóricos de la historia del arte y los principales géneros de la historia de la música popular” con Gerardo Cartón; Gordon Waves, “una iniciativa de Gordon Records, una discográfica recién formada en Madrid dedicada a la música experimental”, con Miguel Agnes; El Telón Amarillo “Un espacio teatral para reflexionar. Y nada más.”, con Sato Díaz y Almas Perplejas “May Paredes y María Maier, discuten de manera desenfadada temas de actualidad y cultura, siempre acompañadas por un invitado con quién comparten música, anécdotas y jugosísimas entrevistas”
El Estado Mental persigue a nuestro gatito
Otra vía de financiación es El escaparate con productos a la venta online seleccionados por la redacción: Libros, revistas, música, cine y gráfica. Y sí: es todo de un gusto exquisito.
No se si revista viene de revisión o de pasar revista -a las tropas, a los tiempos, a nuestro estado mental-. Eso es lo que está consiguiendo hacer, desfilan de una manera totalmente rigurosa, pero con paso distraído, algunos giros como de ballet. Esta gente te son así, da igual que fallen… Siempre aciertan.
Revista impresa 5€. Suscripción anual 45 €
Revista digital 5€. Suscripción anual -con EEM-Radio- 40 €
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