Conciertos para difundir buena música de grupos nacionales. Catas de vino para acercar la cultura del vino al público joven. Juntar en un evento vinos y música y con ellos celebrar todo un día de catas, encuentros, brindis e intercambios de opiniones sobre estos dos fuertes de la producción nacional. Así fue el Enofestival, llevado a cabo el pasado sábado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Evento interesante aunque un poco superado en aforo. Creo que los organizadores no tenían previsto que tal gran cantidad de asistentes se presentara en el recinto y las catas no dieron abasto para todos los que pacientemente hicieron fila para conseguir entrar a alguna de las degustaciones. Yo fui una de las que se quedó sin entrar.
Sin embargo, la variada oferta de vinos dispuestos en los stands de las bodegas participantes invitaba a probar una copa (previo pago de 2€ a 3€ por cada consumición) y amenizar con ésta cada uno de los conciertos interpretados a lo largo del día.
Yo me decidí por la cata D.O. Ribeiro y probé todas sus variantes, servidas con un cubito de hielo verde y luminoso, mientras escuchaba los conciertos de Julio de la Rosa y El último vecino.
Julio de la Rosa abrió la programación del día y como siempre, su directo fue monstruosamente genial. En esta oportunidad interpretó sus temas en solitario y nos deleito con un exquisito jamming de guitarra, pedales y varios cacharritos sonoros con los que consiguió emocionarnos tanto como el Ribeiro que bebíamos al escucharlo.
Al terminar la tarde, después de la cuarta (¿o era ya la sexta?) copa de vino y acompañados por un arcoíris doble que se podía ver desde los grandes ventanales del edificio, escuchamos el concierto de El último vecino. Grupo de Barcelona al que venía persiguiendo desde hace tiempo pero no había podido cazar en ninguno de sus conciertos por Madrid.
Finalmente los encontré aquí y su directo resultó mejor de lo que esperaba, y no lo digo por los efectos del vino, al cual todos los asistentes ya nos habíamos rendido.
Estos cuatro chicos de aspecto vintage tienen una manera de hacer canciones de lo mas especial: sonido new wave y letras oscuramente poéticas que dejan un gustillo agridulce y melancólico, en perfecto maridaje con los vinos con los que brindamos aquella tarde.
Que vivan la música y el vino! Baco se sentirá orgulloso de nosotros…
Circulo de Bellas Artes de Madrid, Sábado 26 de abril de 2014
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