Calamares en Australia

Inauguramos un nuevo espacio dentro de la sección ‘Otras Playas’. Son muchos los amigos, y colaboradores de La Playa de Madrid, que se han ido a vivir a sitios muy lejanos. Les echamos de menos, y queremos que nos cuenten algo muy íntimo: cómo cocinan allí. Al comprar en el súper y al cocinar se produce un encuentro entre la cultura que uno trae y las culturas que interiorizas en el país que te acoge. Y de ahí salen algunos ricos platillos.

Empezamos por Marta, que vive en… Australia. Marta es gallega, pero ha pasado buenas temporadas en Madrid, lo que nos hizo felices, pues Marta es una persona que hace sentirse bien a los que están al lado, sean nuevos o viejos amigos.

En Australia trabaja ayudando a otros españoles que se atreven a buscar una nueva vida en un paraíso de las Antípodas, como hizo ella misma. Si alguno se anima a ponerse boca abajo, su empresa se llama Experience Australia, y ponemos la mano en el fuego: no podrás estar mejor acompañado.

Y al otro lado del mundo ha cambiado los chipirones gallegos y el capitalino bocata de calamares por esta receta asiática: calamares con salsa dulce de guindilla.

Como Elvira Lindo, yo aprendí a cocinar con Internet. Todo empezó cuando me marché a vivir a Australia a finales del 2003. Hay muchas cosas que me gustan de Australia, pero creo que la cocina no es precisamente su punto fuerte. Australia, sin embargo, tiene una fusión muy interesante de gastronomías. No en vano es un país de emigrantes. Si no hubiera sido por esos emigrantes griegos, italianos o vietnamitas… (¡no quiero ni pensar lo que se comería en Australia!). Por eso llamo a mis recetas “recetas del mundo”. Porque en Australia aprendí a cocinar de todo: desde paella a rollitos de primavera. Vaya por delante que soy una cocinera amateur, aunque mis amigos australianos piensen otra cosa. Además, a mí, más que cocinar, lo que me gusta en realidad es comer. Descubrir sabores nuevos. Así que en los ratos libres que me deja mi trabajo en Experience Australia me dedico a experimentar en la cocina.

CALAMARES CON SALSA DULCE DE GUINDILLA

Dificultad: poca
Tiempo de preparación: 15-20 min. aprox.
Porciones: para 3 personas aprox.

Ingredientes:

2 tubos de calamar (500 gramos aprox.)
1 pimiento rojo
1 cebolla
1 diente de ajo
1 calabacín mediano
1 poco de aceite para freír (una cucharada)
Salsa de soja, una cucharada
Salsa de pescado, una cucharada
Salsa dulce de guindilla, 3 o 4 cucharadas
Un poco de agua
(La salsa de pescado y la salsa dulce de guindilla son típicas del sureste asiático y en España se pueden encontrar en establecimientos chinos, por ejemplo)

Preparación:

1) Cortamos el calabacín, la cebolla, el ajo y el pimiento

3) Cortamos el calamar

4) Mezclamos la salsa dulce de guindilla y las salsas de soja y de pescado y un poco de agua (otra cucharada). Guardar.

5) Ponemos un poco de aceite en el wok y, con el fuego alto, freímos primero un poco el calabacín (salteándolo).

6) Cuando el calabacín esté sellado, incorporamos el pimiento, la cebolla y el ajo y lo hacemos también con el fuego alto, salteándolo, pero con cuidado de que no se queme.

7) Cuando estén los vegetales casi a punto, los apartamos un poco en el wok para hacer sitio al calamar y lo cocinamos igual que los vegetales: con el fuego alto, salteándolo.
Hasta que los trozos se encogen un poco (lo que ocurre enseguida).

8) Entonces añadimos la mezcla de salsas y lo mezclamos todo y lo salteamos un minuto más. 
Y… ya está listo para servir y comer. Se debe comer enseguida.

La cocina asiática puede tener una elaboración bastante rápida, sobre todo los salteados (como el de esta receta). Esta forma de cocinar en inglés la llaman “stir fry” -freír con movimientos enérgicos-. Me gusta mucho para cocinar vegetales porque los deja muy ricos y preserva mejor sus sabores -y vitaminas-. Además, requiere poco aceite. En España, por ejemplo, no se nos suele ocurrir saltear vegetales como el brócoli, la coliflor o el repollo: normalmente se hierven y quedan sosos y hasta descoloridos. Nada que ver con los vegetales salteados, que se ven relucientes en el wok, con todos sus colores y sabores.