Esta mañana de viernes iba a comprar el periódico y de pronto me he dicho: no, no lo voy a hacer. OnMadrid es -era- una revista que todos los viernes venía con El País y en la que se hablaba de cine, teatro, arte y otros temas más frívolos del ocio madrileño. Para mí se convirtió en un ritual que marcaba la entrada en el fin de semana.
Era una buena revista, tanto la redacción como los contenidos estaban bien elaborados. Tenía entrevistas, secciones divertidas, buena dirección de arte, una sección de música y teatro muy completa, y también su parte de frivolidades y marketing, propia de una revista dirigida a un público amplio. Por motivos obvios no era lo más alternativo del mundo, pero ha conseguido durante siete años dignidad y buen hacer. Las secciones más personales estaban realmente muy logradas, como El mundo today, la de Carlos Risco, la de Planes de la redacción…
Ahora Prisa la cierra del tirón, en la línea tan cutre que llevan últimamente. No hablo de cutrez económica, que ya sé que los tiempos andan malos, hablo de cutrez moral y estética. Son cutres en lo que hacen y en la forma en que lo hacen.
En el último número aparece como aviso oficial, en la quinta página, un anuncio feo y mentirosón que reza así: “El País mejora su oferta de fin de semana. Con la compra del diario del viernes, los lectores obtendrán gratis Guía del Ocio, todo un referente en el quiosco”. Y luego un rollo escrito en lenguaje de marketing por algún robot. Robot, debieras saber que Dante reservó un círculo del infierno para los que escriben así. Por favor, ya conocemos La guía del Ocio. Es hasta graciosa de tan rancia que es.
Me pregunto qué pasa en Madrid con el grupo Prisa. Flipé cuando se juntaron con el Ayuntamiento de Madrid para organizar el acto naftalinesco de la Puerta de Alcalá para Madrid 2020. Y en cómo a la par ningunearon una buena historia periodística, la del chico que escaló una farola en Sol y pasó la noche en ella para denunciar los intereses inmobiliarios tras Madrid 2020. Una vez leí un sofisma espantoso, creo que es un refrán francés: “si cuando eres joven no eres de izquierdas, no tienes corazón, si pasado el tiempo lo sigues siendo, no tienes cabeza”. No le echemos la culpa al destino ineludible cuando empeoramos, hombre. Si uno empeora solo hay un responsable: uno mismo.
Pues eso, que nuestra solidaridad con el pequeño equipo de la revista. Hoy nos apuntamos al hashtag #NoCompramosElPais.
Y como lectores decimos gracias por estos siete años de buen trabajo.
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En el sofisma teneís un pequeño error. Es “Si cuando eres joven NO eres de izquierdas”. A ver si se nos va a llenar el barrio de “románticos reaccionarios”.
El artículo está muy bien y comparto la idea totalmente. No pude envíar un e-mail “bomba” al director. Es muy triste. Y las maneras feas feas.
Cuando hay un lapsus así, suele ser un aviso de que se piensa algo de lo que uno no se da cuenta… Pensándolo, creo que ese lapsus lo que estaba diciendo era: cualquiera que diga esta frase en realidad nunca fue de izquierdas.
Gracias Pablo, corregido.
Las madres de las sardinas de la playa llevan toda la sardinera vida repitíéndonos eso de “las cosas o se hacen bien o no se hacen” y “lo bien hecho bien parece”.
Pobrecitos los de El País que no tienen madre.