La noche prometía tanto como el galán tras la reja, y cumplió muchísimo más que aquel.
Explosión Musical celebraba sus siete años, ofreciéndonos el morbo de asistir a un duelo entre hermanos: Forastero vs Ginferno.
Bandas hermanas de sangre, que incluso comparten miembros: Dani Niño y Javier Díez-Ena. Ambos se marcaron un heroico concierto doble, y espero que cenasen antes un buen bistec. Sí, tengo preocupaciones de abuelita, pero lo del bistec es por un cuento de Jack London que siempre me gustó mucho. Se llama A piece of steak, y en castellano Un buen bistec. Cuenta un crucial combate de boxeo entre un veterano y una joven promesa.
Siguiendo el hilo del cuento, los veteranos son aquí los Ginferno que llevan desde 1997 dándolo todo en la escena: Dani Fletcher a la guitarra, Dani Niño al saxo, Javier Díez-Ena al bajo, Kim Warsen cantando y César Martínez a la batería.
Y la joven promesa es Forastero que apenas han dado un par de conciertos y todavía no han sacado su primer disco. Claro que lo de Forastero tiene truco. Porque todos sus miembros son estrellas del underground, con larga trayectoria en otras bandas: Dani Niño al saxo, Javier Díez-Ena al bajo, Javier Colis a la guitarra, Abraham Boba a los teclados y Javier Gallego a la batería.
Los Forastero salieron primero a la palestra. Se les ve cada vez más cómodos en su traje de recién llegados. Si has vivido siempre por acá, lo suyo es disfrazarte de forastero y simular que llegas al pueblo por primera vez. Es un juego en que te pueden pasar todo tipo de sorpresas.
Algunas chicas, que estábamos al fondo de todo, fuimos adelantándonos como en hipnosis progresiva. Cuando empezó el flautista de Hamelin, nos dimos cuenta de que estábamos en primera fila. El flautista de Hamelin es en este caso el thereminista de Madrid, Javier Díez Ena.
Para quien no lo conozca, el theremín flipa mucho. Es un instrumento que se toca sin tocar: el músico acaricia su aura, y el theremín responde con marcianos sonidos. No se si fue sugestión hipnótica, pero me pareció que en comparación con las otras sesiones, estaba totalmente integrado con el resto de la banda. El resto de instrumentos entraron a saco a la fiesta. Y el resultado fue un temazo.
Ginferno subió al ring con confianza, pese a que Kim Warsen expresó al público su temor de tocar después de Forastero. Bah, pura cortesía.
Se agarraron a sus instrumentos y aquello fue el hundimiento del Titanic o la ola de El gran miércoles, según subíamos y bajábamos los bailones. Muchos conciertos tienen momentos de bajón o incluso de aburrimiento, y es conveniente que eso ocurra… para descansar y pensar en tus cosillas.
No es el caso de Ginferno. No da cancha ninguna. Te suelta una sobrada de hostias musicales que te deja baldado.
Knock Out para el público. KO. Ese fue el verdadero resultado del combate. Un concierto que podremos recordar todo el verano.
Concierto de Forastero y Ginferno, séptimo aniversario de Explosión Musical. 26 de Junio del 2013 en Siroco.
Fotografías de Pablo Zapata
hyperpotamus y javier diez-ena tocando una canción llamada ray crunner? me suena que dijo algo así el señor hyperpotamus.en el circulo bellas artes.madrid.muy bien los dos.y muy bonito theremin.otra vez.quizá aquí se vea algo más.enero de 2009.y bien de murmullo.