Fantasmagoría es la designación que se le dio a un espectáculo que adquirió gran popularidad en la Francia del XVIII; consistía en la representación de criaturas espectrales por medio de proyecciones luminosas e ilusiones ópticas. No se buscaba un efecto realista, sino que, contando con la incredulidad con que los espectadores asistían al fenómeno, este les suscitara asombro y curiosidad. «No voy a mostrar fantasmas —decía Philidor, el artífice del ingenio—, ya que no existen tales cosas; pero voy a producir imágenes que se imaginaban fantasmas en los sueños de la imaginación. No quiero engañarte, pero te sorprenderé».
Foto El Norte de Castilla
De la mano de LA FELGUERA EDITORES, el poeta, guionista y novelista Ramón Mayrata ha dado a luz esta «Fantasmagoría», cuya intención, en palabras de su autor, vendría a ser «querer visualizar lo invisible». Esto es, esclarecer las sombras; darle cuerpo a todo este mundo de fenómenos inmateriales que, en diferentes formas, ha acompañado al ser humano a lo largo de los siglos. Contarlo, sí, pero analizándolo — ambas cosas, además, de una manera muy amena.
En el ensayo se nos conduce a lo largo de la Historia examinando los quién, cómo, cuándo y por qué del tema al que alude el título y otros relacionados. Se nos presentan los antecedentes de estas «fantasmagorías», los carismáticos personajes que desarrollaron estas representaciones y cómo el fenómeno evoluciona con los años. Todos los inventos, todos los trucos, todos los artefactos de los que fueron valiéndose diferentes visionarios para recrear el mundo de lo inmaterial y presentárselo a un público más o menos crédulo, pero que estaba —siempre ha estado— ansioso por creer.
Para elaborar ese discurso, el autor se vale de cientos, literalmente cientos, de anécdotas y eventos históricos y personajes. En «Fantasmagorías» se habla de Historia, pero también de magia, de mitos y de ciencia; de cómo las fronteras entre un campo y otro eran casi invisibles en un principio, y cómo, a medida que las posibilidades técnicas y la modernidad hacían más cínico al espectador, la presentación de las ilusiones se iba deslizando hacia terrenos mucho más escurridizos y profundos: el de la psique. De las engañifas de los griegos a la realidad virtual pasando por la ilusión cinematográfica. No falta nadie: de Alhazaen a Giordano Bruno; del ventrílocuo Comte a Victor Hugo; del inventor de metamorfosis Maskelyne a Freud y a Mirabeau y al prestidigitador Óptimus de Partagás.
Toda ponderación que hagamos del trabajo de documentación es poca; es de un detallismo apabullante.
«Fantasmagorías» sirve, pues, como libro de consulta y de estudio, por lo exhaustivo de su análisis —los apuntes de Ramón Mayrata son acertadísimos y, sin caer nunca en la exposición sesuda, siempre es riguroso—; pero también como divertimento ocasional, para ojear de cuando en cuando y revisar este o aquel capítulo que nos hizo disfrutar de tantas curiosidades.
De la edición baste decir que hace honor a la calidad con que nos tiene acostumbrados LA FELGUERA : mimado en sus más exquisitos detalles; con abundancia de ilustraciones y fotos, de citas.
«Fantasmagorías» es un libro para leer de corrido o para leer a retazos, por el mero placer de ir (re)descubriendo. Imprescindible para saberlo todo sobre el tema, y a un precio más que asequible teniendo en cuenta la calidad de contenido y continente. 540 páginas de Historia, de historias, de ocurrencias y descubrimientos, de magia, terror, mito y ciencia. Un regalo.
Fantasmagoría. Magia, terror, mito y ciencia de Ramón Mayrata. LA FELGUERA EDITORES
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