1 Dec 2016 - 15 Dec 2016Sala Nueve Norte
Nadie se había fijado nunca en Stella, la hermana de Blanche DuBois y mujer de Stanley Kowalski en Un tranvía llamado deseo. Su personaje ni siquiera aparece en los carteles de la peli, copados por los cuerpazos de Marlon Brando y Vivien Leigh. Pero es su hora: a Stella le toca hablar. Y lo hace, se marca un monólogo de los que hacen época.
Al final de su vida Stella se topa consigo misma en el espejo, convertida en una mujer solitaria, vieja y viuda. Atrás quedaron los momentos decisivos que conoceréis por la obra de Tennessee Williams o por la famosa adaptación cinematográfica de Elia Kazan: la traición a su hermana Blanche, el hijo que le dio a su macho polaco, Stanley. Todo disuelto en las fantasmales nieblas del tiempo.
¿Y de qué va a hablar Stella? De sexo, de muerte, de minucias, de sueños rotos, de culpa, de desconcierto. Es un dramón, su vida, pero ella lo acaba disolviendo siempre en una risa ligera, porque esta es POST-STELLA. La directora Alda Lozano y la actriz Carmen del Conte han construido un personaje carismático, todo carne, y ―pese a la provocativa huida de un tono a otro― con todo el peso final de un monólogo clásico.
Y a su lado, como no, el fantasma de Blanche. Es un fantasma arrebatador, presto a robarle una vez más a su hermana la atención del público. Tan pronto toca preciosas canciones con su guitarra, como pone las caritas más encantadoras, bajo su peluca de pollitos amarillos. Una vez más, irónicamente, es imposible competir con Blanche, más presente cuanto más etérea. En Blanche, Alda Lozano y Mónica Béjar han creado un fantasma de lo más delicioso, con lo entrañable de un personaje cómico del cine mudo y la opacidad de un dibujo manga, presta a robar el corazón de los espectadores y roerlo en una esquinita, escondida detrás del espejo.
No es necesario haber visto antes Un tranvía llamado deseo para disfrutar POST-STELLA, pero si lo has hecho sube muchos puntos el juego.
Destacar que ni el texto ni el trabajo actoral ni la puesta en escena han optado en ningún momento por el camino trillado. Cada minuto toma un meandro que nos sorprende: las intervenciones musicales ―con letras de Alda y música de Monica― , la vis cómica o dramática de los objetos ―viaje de texturas desde la piel desnuda del hijo-pollo a la pelusa de los pollitos en el pelo―, la concepción coreográfica de las dos hermanas en el escenario.
POST-STELLA es una producción por completo indy, en sentido genuino: la iluminación, el sonido, el arte, el vestuario y el atrezzo… todo lo ha hecho la misma Alda Lozano y todo bien. Además es una producción femenina por goleada: mujeres hablando sobre mujeres. Se nota. La obra pone en el escenario cuestiones como el maltrato, la dependencia, la educación sentimental o la competitividad entre hermanas, sin pontificar nunca y sin caer en victimismos y sobre todo huyendo de gravedades: tan espumosa como el champán.
Al final estos dos caracteres femeninos, Stella y Blanche, toman esa extraña vida que solo da el arte.
En esas calles de Malasaña, inmejorable comienzo del jueves noche.
Teatro Nueve Norte | Calle del Norte nº9
Horario: Jueves 1, 8 y 15 diciembre 21:00h
Entradas: 12€ aquí