13 Sep 2012 - 13 Sep 2012La Boca del Lobo
A veces tendemos a creer que todos conocen ciertas cosas porque nosotros las damos por descontadas. Dónde se come el mejor kebab, qué cafés agradables hay en el barrio, las exposiciones a las que hay que ir… Pues bien, no es así ni de coña.
Hemos reseñado un montón de veces a Ginferno, dicho cosas como que “son la mejor banda de España” y subido cuatro vídeos de sus directos. Aun así, hay lectores que todavía no han asistido a ninguno de sus conciertos. Mal, muy mal, pecado mortal.
Para hacerse una idea del sonido de Ginferno lo mejor es pegarle un repaso a Bandcamp. Los discos están bien, muy bien, pero son un pálido reflejo de la experiencia que supone verlos en directo. Los vídeos, a pesar de que el sonido suele ser bastante deficiente, dan una impresión más aproximada. Es un grupo de directo.
Cuando leo sobre Ginferno hay dos términos que se repiten con frecuencia, “underground” e “inclasificable”.
Lo de underground viene porque no tienen un éxito comercial masivo -ni minoritario, ni falta que les hace- y siempre queda bien decir que te gusta un grupo que no conoce ni el tato. En realidad, pocos grupos son más asequibles que ellos para un nuevo oyente de oído despierto.
Lo de inclasificable es un comodín del que abusamos los plumillas mediocres cuando no podemos describir con etiquetas lo que estamos escuchando. Ginferno está compuesto por músicos cultísimos, gente que disfruta experimentando sonoridades, melodías, ritmos… No tienen miedo a colaborar con quien haga falta, sea un nipón enloquecido como Damo Suzuki o un pianista flamenco serio como Pablo Rubén Maldonado. Todo aporta, nada resta, aunque a priori la mezcla parezca improbable.
Ginferno es un grupo mutante (esto lo dicen ellos y los demás), y ahora cambian de batería por paternidad. Los seguidores de cualquier otro combo estarían aterrados ante la posibilidad de que cambiase el sonido. Los ginfernistas están tranquilos; es más, están encantados de ver qué aporta el nuevo (César, de Joe K-Plan) y de saber que Fede tocará siempre que pueda, tocando la marimba y las percusiones. Más y mejor. Todo de todo.
Que el concierto sea en La Boca del Lobo supone que va a ser un bolo de proximidad y alto voltaje. Cuesta 7 pavos. No hay excusa para no bailar./ Pablo Zapata
La Boca del Lobo | c/ Echegaray, 11 | web
Horario: 21’30 h
Precio: 7€ en entradas.com