2 Sep 2012 - 30 Sep 2012Kling
Pocas son ya las cartas que recibimos en el buzón, si es que nos llega alguna. Cada vez que abro el mío, solo hay triste decepción: recibos, notificaciones del banco y publicidad de comida a domicilio.
Sí tengo la suerte de que alguna que otra vez, una amiga generosa -Julia- me escribe una postal desde algún lugar de Europa. Cada vez que recibo una me siento genial. Estas postales son un esfuerzo olvidado: buscar la más linda, comprar el sello, escribirla con caligrafía de verdad, echarla en un buzón de correos…
Pilar Barrios es una artista a la que ya habíamos reseñado por su exposición Dibujos y otras historias en Habitar la línea. Lleva trabajando con este proyecto de postales desde el 2007. El método es sencillo: dibuja postales a mano y se las entrega a viajeros, quienes se las envían más tarde, escritas y mataselladas. Este punto de partida es nimio. Pero en su realización se le van sumando capas: La nostalgia por un mundo recientemente desaparecido, el mundo analógico. Y la nostalgia, de sombra más alargada, por un mundo desaparecido hace mucho. El de la geografía misteriosa y el viajero explorador. Ambas nostalgias nos hablan de cómo el tiempo y el espacio son percepciones subjetivas que en unos años se han ido alterando sí o sí.
Tiempo: La postal muchas veces llega más tarde que el viajero. Todos le ganan: el email, sms, chat, whatsapp, twitter.
Espacio: La ciudad desde la que nos la envían la hemos visitado seguramente, y si no es así, lo haremos pronto, pues estamos hechos gente de mundo gracias al lowcost.
Escribir una postal, sellarla, es un ejercicio de amor o amistad. Al amor o la amistad no hay que contarle zarandajas sobre el tiempo y el espacio.
Al final, bajo capas de emociones y capas de nostalgias, es una alegría ver todas las postales juntas. De hecho, están publicadas en un libro de artista, “Postales en tránsito” que se podrá adquirir en la exposición -21 €.
La exposición de Pilar Barrios está dentro de un ciclo, “Tea and Cake” comisariado por Nella Franco para Kling.
Se llama Tea and cake porque literalmente en la inauguración invitan a té y pastelitos. ¡Nada mal! Si estás recién llegado a la ciudad, deja que Madrid te muestre su cara más amable. Los presagios son importantes.
Y si todavía estás de vacaciones mándale una postal a alguien a quien quieras, por Tutatis.
Postales en Tránsito | Kling, calle Ballesta 6.
Horario: 2 a 30 de Septiembre.
L-S 11-21 h.
Primer domingo de mes 11-21 h.
Precio: Entrada libre.