Estamos en verano. Ya nos lo dice el tiempo meteorológico, y dentro de poco también el calendario.
Festivales, fiestones, raves, orgías, endrogamientos, desfasones, piscinazos…
En realidad, el verano no es como no los pintan en los anuncios. Los festivales están sobrevalorados, los fiestones son más bien fiestas de pueblo, la electrónica se ha convertido en perreo, el sexo lo consumes en internet, los colocones te dejan secuelas que no puedes ni identificar, ya estás un poco mayor y las piscinas huelen a pis.
El verano es, más bien, una concatenación de largos ratos muertos bajo un calor infernal que amenaza con derretirte el cerebro.
En La Playa de Madrid nos da igual lo que hagas con el resto de tu cuerpo, pero queremos que a la vuelta de vacaciones tus sesos se mantengan en el mejor estado posible.
Para que hagas gimnasia mental te vamos a regalar unos relatos inéditos. En formato digital, que es más cómodo y barato. Barato para nosotros, porque para ti son gratis.
El primero de la serie es Yo, Donald, un cuento del gran Fernando Epelde que te deja con el ánimo confuso.
Te garantizamos que lo asociarás para siempre con la palabra zarigüeya.
“Cuando las cosas son asi desde siempre son muy dificiles valorarlas”