Adivina de qué es cada una
¡Ricas croquetas! Esa es la fama de Casa Julio. Y sí que están buenas: de cabrales, de morcilla con membrillo, de setas con puerro; de espinacas pasas y gorgonzola; de atún con huevo… pero mejor una ración de todas juntas.
Croquetas. Esas magníficas bolitas empanadas. Un plato que diligentes amas de casa inventaron para aprovechar los guisos. La intención era tristona en origen: apañar la comida sobrante y hacer plato para el día siguiente. Superaron toda expectativa, pues las croquetas son mucho más ricas que el guiso.
Si las has hecho alguna vez, sabrás que son un auténtico coñazo. Vienen del tiempo en que una podía cocinar durante horas. No hay duda de que compensa ir a comerlas a los bares, en concreto a casa Julio, pues la señora que las hace tiene paciencia y saber: excelente cocinera.
Además está la leyenda de U2. Un día entraron en Casa Julio unos tipos y ofrecieron pasta por cerrarla por unas horas y hacer dentro una sesión de fotos. Quienes aparecieron para la sesión fueron los U2. Pasaron allí horas, comiendo y bebiendo, y Bono se dejó las gafas.
Casa Julio está en plena Malasaña, aunque en una calle poco transitada. En los garitos de nuevo cuño que la rodean te conformas con sota-caballo-y-rey: que si tostas, que si salmorejo…o peor: tapas disfrazadas de sofisticadas. Entre tanto, en Casa Julio, te sirven una fuente de croquetas caseras.
Casa Julio| Madera 37 | 915 227 274
Horario: L-S de 09:00 a 00:00
Precios: caña 1,40€, bravas 4,5 €; media docena de croquetas- 5€ y una docena- 10 €.
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