Corre por Lavapiés la acusación de que van de modernos, pero no se sostiene: No es de modernos trabajar tanto. Se curran las tapas, la decoración y el horario como lo haría un honesto bar castellano.
Esas tapas, además de originales, llevan su esfuerzo-Véase el ratillo de meter una almendra dentro de un dátil, envolverla en bacon, empanarlo y freirlo. O hacer un pastel de ternera a la mostaza, o de pollo y piñones. O croquetas, qué coño va un moderno a hacer croquetas. Para hacer croquetas necesitas tener un alma de abuela entregada, pues si no a la décima croqueta odiarías al universo.
Abrir todos los días hasta la una y media, también es entrega. Cuando la calle Argumosa-conocida como el paseo marítimo, está muerta de invierno, de noche y de persianas echadas, aparece el Automático, brillando como lo hacen los buenos bares.
Quizá es la decoración lo que despista: las mesas de leopardo, el cian en las paredes, los rincones con curiosidades editoriales y objetos retro. Pero es coherente con la estética del barrio (Lo Máximo, por ejemplo, comparte un airecillo en común). Y remite a algo tan izquierdil como es un piso de alquiler de estudiantes, de esos que disimulan el triste suelo de gres y las estanterías del año de la tana-esas que venían con su hueco para la tele, esas- pintándolo de colores y acumulando affiches de la nouvelle vague. Al final queda entrañable y bonito, y así es el Automático.
Sobre cómo es la clientela, pues sí: moderneo y bohemiez. Es lo que uno busca en el paseo marítimo, si no saldríamos por Parla.
El Automático, Argumosa, 17 | 915 30 99 21
Horarios: lunes 18.00 – 01.30 | mar-dom 13.00 – 01.30
Precios: Lomito de cabrales 4,80€. Pastel de pollo, ternera o calabacín 5,50€. Salmorejo con jamón o bacalao 6,50€. Croquetas 6,90€.
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